Fuente: buzzy notebooks
Tiene el aspecto de un deportivo retro, pero, en realidad es un coche de diseño con motor eléctrico de última generación. Al margen de su mitológico nombre, este ThoRR es una curiosa manera de rescatar un Super Seven de la marca Lotus, un modelo biplaza que se hizo muy popular en la década de los 60.
Resulta llamativo que, después de alabarse a sí mismo como un vehículo deportivo de primer nivel, los responsables de este proyecto no se hayan molestado en especificar cuál es su velocidad máxima en su página web. Y eso que la ficha técnica es muy completa. Sólo podemos suponer que al menos alcanza los 120 kilómetros por hora, teniendo en cuenta que a esa velocidad sí establecen que la batería se consumirá después de recorrer 140 kilómetros.
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