jueves, 24 de marzo de 2011

34 segundos que cambiaron el destino de un pueblo

ELPAÍS.com

Una mujer me contó que tras el terremoto su hija murió mientras ella escuchaba los sollozos de la niña agonizando bajo los escombros. Su marido trabajaba de recepcionista en un hotel y quedó atrapado bajo las ruinas. La pareja solo podían comunicarse por teléfono con el hombre y tres días después él murió de sed mientras hablaba con su esposa", relata Oriol Gispert, autor de los documentales que forman la exposición Haití, 34 segundos después. Los 34 segundos que cambiaron el destino de un pueblo. Esta exhibición, que podrá verse en el CaixaForum Barcelona hasta el 12 de junio, acerca a los visitantes la realidad haitiana tras el seísmo con fotografías de Emilio Morenatti y Marta Ramoneda así como documentales, la réplica de una cabaña utilizada para alojar a los supervivientes en un campo de desplazados y una plataforma que simula un terremoto de 7 grados en la escala de Richter.

El visitante puede revivir en persona las sensaciones que se experimentan tras terremoto de esa escala. Para tal efecto se ha dispuesto una plataforma vibratoria que sacude a quien se sitúa en ella mientras se proyectan imágenes del terremoto que se cobró la vida de 220.000 personas y dejó a 2.500.000 sin hogar. Una barraca que simula las utilizadas en los campos de desplazados contiene en su interior fotografías y una explicación de los proyectos humanitarios sufragados con los donativos de la cuenta corriente que abrió la Obra Social de La Caixa a tal efecto. La entidad recogió alrededor de tres millones de euros en tres meses que fueron destinados a la reactivación de la economía y a la reconstrucción de un hospital. Ariadna Bardolet, subdirectora del Área Internacional de la Fundación La Caixa, señala que "es importante que la gente no se olvide un año después de lo que pasó".

"La intención es mantener la conciencia de lo que ocurrió en Haití aprovechando que el país es noticia debido a las elecciones", afirma Francisco Rey, comisario de la exposición. Explica que la comunidad internacional "se comprometió a ofrecer al pueblo haitiano un total de 5.300 millones de dólares en la Conferencia Internacional de Donantes para Haití celebrada en Nueva York hace un año, pero la suma que se ha donado hasta el momento no cumple con lo que se prometió y los recursos están llegando muy poco a poco".

La intención de la exposición es volver a situar el foco mediático sobre un país el 80% de la población del cual vive en condiciones de extrema pobreza. "No obstante, la ayuda humanitaria", manifiesta Rey, "ha ayudado a salvar muchas vidas y a cubrir necesidades básicas a pesar todas las luces y las sombras".

"Pese a la magnitud de lo ocurrido, con los documentales he querido enfatizar la vitalidad, el dinamismo y el optimismo de los haitianos para superar esta situación", explica Gispert. Aquel terremoto supuso un grave revés para una población que, antes del seísmo, ya vivía sumida en la pobreza y en el analfabetismo. Sin embargo, aquella sacudida atrajo las miradas hacia un pueblo que un año después tiene la tarea de reconstruir un país prácticamente desde cero. Gispert es contundente: "Queremos poner al visitante en la piel del que sufrió la desgracia para enseñarle que en 34 segundos puede perderlo todo

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domingo, 13 de marzo de 2011

Tsunami Japón, imágenes y videos

 

 

Japón: "La prioridad absoluta es la seguridad"

 

Japón lucha a la desesperada por evitar una "explosión descontrolada" en una central nuclear, después de la que el sábado destruyó el edificio que contenía el armazón metálico que guarda el reactor nuclear número uno de una de las dos centrales nucleares de Fukushima. El Ministerio de Exteriores de Japón convocó anoche de urgencia a todos los embajadores acreditados en Tokio para explicarles hoy la situación por la que atraviesa el país tras el terremoto del pasado viernes y, en especial, las medidas que se están adoptando para impedir la explosión de alguno de los cinco reactores nucleares cuyo sistema de refrigeración se estropeó por el seísmo.

De momento, no hay ninguna grieta en los sarcófagos, ni siquiera en el del reactor número uno

"El Gobierno ha hecho hincapié en que su prioridad es la seguridad", declara el embajador de España, Miguel Ángel Navarro, uno de los asistentes a la reunión. Para Tokio, aunque la situación es "muy grave", según ha reconocido el mismo primer ministro Naoto Kan, hasta ahora la radiactividad desprendida está bajo control. Kan ha subrayado que el terremoto y el tsunami del pasado viernes han sumergido a Japón en su peor crisis desde el final de la II Guerra Mundial.

El Gobierno japonés parece tener asumido que se está produciendo una fusión del núcleo de los reactores, pero su gran preocupación no es esa, sino evitar "una explosión descontrolada" del sarcófago metálico que contiene el reactor, como pasó en 1986, en Chernóbil (Ucrania). De ahí, la decisión de refrigerar los reactores inyectándoles agua de mar, lo que facilita el enfriamiento, aunque "muy posiblemente" los deje inservibles.

De momento, no hay ninguna grieta en los sarcófagos, ni siquiera en el del reactor número uno, pese a la explosión del sábado. La causa de esta fue la acumulación hidrógeno en el techo del edificio que guarda el reactor encerrado en su sarcófago y el contacto del hidrógeno con el oxígeno. Esa acumulación procedía de que al inyectarse agua marina se genera vapor y es necesario abrir las válvulas de hidrógeno.

Ese vapor es radiactivo y supone una liberación controlada de radiactividad, lo que no presenta grandes riesgos para la salud. Pero para reducir esas dosis de radiación que ya se detectan en el entorno de las dos plantas nucleares de Fukushima, se está añadiendo boro al agua marina, porque el boro fija los neutrones radiactivos.

Hoy el reactor más complicado es el número dos, cuya temperatura es muy elevada y en su interior se está produciendo la fusión del núcleo. Los expertos están utilizando la misma técnica de enfriamiento por agua marina pero tratan de abrir una vía de escape mayor al vapor, para evitar otra explosión del edificio que lo contiene.

"Los técnicos están envueltos en un proceso de contención de un accidente nuclear", ha indicado Navarro, que dice sentirse satisfecho con las serias explicaciones dadas por el Ministerio de Exteriores, que permitió a los embajadores y consejeros científicos de las embajadas todo tipo de preguntas. "Ha sido una exposición razonable", afirma.

Falta de información oficial

Posteriormente, el mismo director general de asuntos energéticos mantuvo una conferencia de prensa. Los grandes medios de comunicación japoneses han criticado hoy al Gobierno por la escasa información facilitada y el retraso con que ha dado a conocer a la población, muy afectada por el horror del terremoto y el riesgo nuclear, las medidas que se estaban adoptando para evitar una catástrofe de consecuencias inimaginables.

La obsesión actual del Gobierno es "neutralizar los reactores con una refrigeración de agua marina", lo que tal vez sea suficiente para impedir una explosión en estos días críticos en que la temperatura interior sigue aumentando pese a que los reactores se desconectaron automáticamente nada más suceder el terremoto.

El portavoz ministerial explicó que aunque la temperatura actual de los reactores no ha alcanzado el nivel crítico es muy elevada y supera los 800 grados centígrados. Pasados estos días, la temperatura bajará de forma natural. Hasta ahora, ningún responsable de las dos plantas atómicas, propiedad de la Compañía de Electricidad de Tokio, ha explicado cómo ha sido posible que los sistemas de refrigeración de los cinco reactores hayan fallado.

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Más de 10.000 muertos en Miyagi, según la policía japonesa

 

Más de 10.000 muertos en Miyagi, según la policía japonesaPodría haber más de diez mil muertos sólo en la prefectura norteña de Miyagi. Es la última estimación provisional de la policía japonesa tras el terremoto del viernes.

En este escenario de pesadilla, 100.000 miembros de los equipos de rescate buscan supervivientes o cadáveres. Hay zonas a las que ni siquiera han podido llegar, cientos de kilómetros de costa arrasada, miles de personas de las que no se tiene noticia y paisajes apocalípticos, como el que ofrece la ciudad de Sendai, en los que se buscan señales de vida. “Es difícil imaginar algo así. Yo vine a Miyagi a ayudar en el último terremoto, pero entonces no había agua. Esto es algo completamente diferente. Inimaginable”, dice un miembro de los equipos de rescate.

Más de 200 cadáveres han sido encontrados en la localidad costera de Higashimatsushima, entre 300 y 400 en el puerto de Rikuzentakata, 300 en la playa de Sendai y no se tiene ninguna noticia de 10.000 personas, más de la mitad de la población, del pueblo costero de Minamisanriku.

Desparecidos también, cuatro trenes enteros. Los barcos varados en mitad de la nada son testigos de un tsunami que se llevó por delante más de 20.000 edificios y penetró cinco kilómetros en tierra firme. Cientos de miles de personas han sido evacuadas. Muchas esperan hambrientas en centros de emergencia a que llegue la ayuda.

Más de 10.000 muertos en Miyagi, según la policía japonesa | euronews, internacionales

viernes, 11 de marzo de 2011

Observatorio IceCube

De Alma de herrero: Observatorio IceCube

Existen grandes grandes obra de ingeniería que durante su construcción pasan desapercibidas por casi todo al mundo. El IceCube Neutrino Observatory es un buen ejemplo de esto: enterrado bajo el Polo Sur se ha mantenido lejos de los periodistas durante los 10 años que ha durado su construcción. Este “telescopio” que se terminó a finales del año pasado, tiene como función observar el universo, pero en lugar de utilizar las ondas de radio o la luz visible, lo hará detectando (viendo) neutrinos.

El problema que presentan este tipo de aparatos (detectores) es que los neutrinos son partículas extremadamente difíciles de detectar, ya que apenas interactúan con la materia. Trillones de ellas atraviesan nuestro planeta cada segundo, por cada metro cuadrado de superficie, pero por su pequeñísima masa (Algo menos de una milmillonésima parte de la masa de un átomo de hidrógeno) muy rara vez colisionan con algún átomo, por lo que resultan prácticamente indetectables. Son partículas tan pequeñas que se cuelan entre las partículas del nucleo y los electrones que giran a su alrededor, sin chocar con ellas.

Los neutrinos son las partículas más pequeñas conocidas. Los de alta energía tienen su origen en diversos fenómenos astronómicos, como los agujeros negros o los restos de supernovas (explosiones que se crean con la muerte de algunas estrellas), entre otras causas. Los de baja energía se producen a partir de diferentes procesos, como las reacciones nucleares, o en cuerpos astronómicos como el sol, que da lugar a unos 1.000 billones de trillones de neutrinos de baja energía por segundo.

Haría falta un muro de plomo de un año luz de espesor (casi 10 billones de kilómetros) para poder parar el curso de un neutrino. Esta esquiva partícula es lo que algún científico ha denominado como la más pequeña cantidad de realidad que el ser humano pueda imaginar. Se originaron, junto con el resto del universo, hace unos 13.000 millones de años, aunque también son producidos por las centrales nucleares, los aceleradores de partículas, los fenómenos atmosféricos y siderales. Un neutrino es tan, tan diminuto, hasta el punto de que en un principio los físicos pensaron que no tenía masa; luego se descubrió que sí. Pero interactúan tan poco con la materia que la atraviesan sin provocar ningún cambio en ella. Y precisamente por eso son tan difícilmente detectables.

La observación de estos diminutos pedazos de universo resulta útil para saber más acerca de cuestiones que preocupan a los científicos como los rayos cósmicos, la supersimetría o las partículas de interacción débil, además de distintos aspectos de la física de partículas y de la materia oscura. En otras palabras, los neutrinos pueden ayudar a entender mejor de qué está hecho el universo y cuáles son sus orígenes.

Estas partículas son tan diminutas que interactúan muy poco con la materia, es decir, que la atraviesan sin causar ningún efecto en ella y sin que ni ella, ni las interferencias, les afecten. Por eso, a pesar de la distancia entre los fenómenos astronómicos comentadosy nuestro planeta, los neutrinos pueden recorrer los millones de kilómetros que separan por ejemplo la explosión de una supernova y la Tierra a una velocidad próxima a la de la luz y sin que se vean afectados por nada en su recorrido. Traspasan el planeta continuamente, a razón de unos cuantos trillones de ellos por metro cuadrado cada segundo. Lo atraviesan todo, incluyendo la revista que sostiene en sus manos y a usted mismo, y siguen su camino sin ser detectados.

No todos consiguen pasar a través de la materia y unos pocos, muy pocos entre tantos trillones, chocan con algún átomo de vez en cuando. La colisión es lo que los científicos, gracias a la tecnología, son capaces de detectar, de tal modo que pueden obtener algunas conclusiones estadísticas sobre ese hecho.

Los efectos de las colisiones con los átomos no son sencillos de observar y por eso hace falta contar con tecnología muy especial para poder hacerlo: una buena opción que han hallado los científicos es utilizar un cubo de hielo de 1 km3 de tamaño cosido por una red de 4.800 sensores que, a su vez, están conectados a un laboratorio dotado de potentes ordenadores. Si bien no lo parezca por la descripción, se trata de un telescopio.

En el choque de neutrinos y átomos se producen otras partículas denominadas muones. Estos generan una radiación, conocida como de Cherenkov, que emite una luz azul. Gracias a que la malla de sensores se sitúa en un medio transparente, el hielo, estos pueden detectar ese destello cuando el muón pasa junto a ellos. No todos los muones son generados por neutrinos de origen cósmico, que son los que interesan a los científicos, por eso necesitan deducir la dirección y el ángulo de los muones para determinar su procedencia y desechar los impactos que no les incumban para sus estudios. Dado que los sensores forman una malla tridimensional de puntos y sus relojes están sincronizados de manera muy precisa con otro central, según los datos que recaban de posición y tiempo, resulta posible saber por dónde ha pasado el muón a lo largo de una línea de tiempo y, por lo tanto, conocer su trayectoria.

Como complemento al sistema también hay instalada la denominada IceTop, una red compuesta por 320 sensores que rodean en la superficie el perímetro del área en la que se despliega el IceCube. Su función es detectar las lluvias aéreas, analizar los muones atmosféricos y calibrar el IceCube.

Digital Óptical Module (DOM o módulo óptico digital) es el nombre que reciben cada uno de los sensores que detectarán la luz azul emitida por la radiación de los muones cuando el telescopio observe el universo. Estos sensores tienen el tamaño de pelotas de baloncesto. Su carcasa es una esfera de cristal de 35,6 cm de diámetro que protege los componentes externos de las presiones que ejerce el hielo, así como de cualquier posible agresión exterior.

El tubo fotomultiplicador es la parte más importante del DOM, ya que se ocupa de ver la luz emitida por las radiaciones de los muones. Tiene 25 cm de diámetro y está fabricado por Hamamatsu, una empresa especialista en este tipo de detectores lumínicos.

Al no poder acceder a los módulos una vez que se han llevado a su posición final, estos están desarrollados para que duren unos 15 años aproximadamente, siendo capaces de calibrar por sí mismos el tubo fotomultiplicador y el temporizador que llevan incorporado, gestionar los datos obtenidos y empaquetarlos para su envío, así como recibir y procesar ordenes procedentes de la superficie.

Para mandar y recibir datos hacia el laboratorio instalado en la cota cero (Que es el verdadero cerebro de todo el proyecto) se utiliza un cable que además sirve para proporcionar la electricidad necesaria para el funcionamiento de los DOM, en concreto 3,5 W por cada uno de ellos. Este enlace de par de cobre también envía las señales de calibración para los temporizadores, un apartado fundamental en todo el sistema dada la precisión con la que es imprescindible trabajar.

Montaje del tambor para recoger la manguera utilizada para el taladro con agua caliente a presión.

Desarrollar estos especiales detectores es solo una parte del trabajo para ponerlos en funcionamiento. La otra tarea ha sido instalarlos bajo el suelo del PoloSur, algunos de ellos a tanta profundidad como 2,4 km. Es preciso, por lo tanto, taladrar un agujero de 50 cm de diámetro en el hielo. Puede parecer pequeño, pero cuando se trata de agua congelada y al tener que alcanzar los 2.400 m de profundidad, la cuestión se complica.

Antes que nada es básico llegar hasta el hielo. En la Antártida hay que atravesar una capa de 50 metros de nieve para poder perforar con agua caliente a presión, porque de otra forma el líquido se esparciría y no se podría realizar el trabajo. Para practicar este primer agujero se usa una sonda diseñada para tal fin. Una vez que se ha llegado al hielo se empieza a aplicar agua caliente a presión. Con ella se derrite el agua helada que, a su vez, es recirculada a la superficie, calentada y reutilizada para seguir perforando. Para ejecutar un solo agujero de 2,4 km de profundidad resulta necesario derretir más de 757.000 litros de hielo y extraer el líquido, lo que da una idea de las dimensiones y la dificultad de la operación.

Para convertir en líquido semejante cantidad de agua helada se necesita gastar casi 26.500 litros de combustible (Se ha usado combustible de motores de aviación) con el objeto de accionar varios sistemas. Uno de ellos es el dedicado a la producción de electricidad. Está compuesto por dos generadores de 400 Kw y otros dos de 60 Kw. Los grandes sirven para proveer de toda la electricidad precisa cuando se está taladrando y los pequeños solo cuando no se está agujereando y no se necesita tanta potencia eléctrica.

Otro sistema se reserva para el precalentamiento del agua. Es capaz de elevar la temperatura del líquido desde una temperatura próxima a la congelación (La que se acaba de licuar y extraer del agujero que se esté practicando en ese momento) hasta algo más de los 21 °C, a razón de 757 litros por minuto. Hay otro sistema de calentamiento de agua, que es el principal, que eleva la temperatura hasta casi los 88 °C.

Por último, existe un sistema formado por cuatro bombas de alta presión accionadas eléctricamente, que son las encargadas de impulsar el agua con la fuerza requerida para realizar el trabajo a través de unas mangueras de 6,35 cm de diámetro.

Celebración de la finalización del telescopio.

Todo este sistema dependió en la superficie de dos torres de perforación. Mientras una estaba ocupada perforando un agujero e instalando los sensores, la otra se movía a una nueva localización y se preparaba para el trabajo. De este modo, pueden llegar a mantener un ritmo de producción que les permite practicar e instrumentar un agujero de 2.400 metros de profundidad en tres díasy medio. De ese periodo, entre 40 y 48 horas se dedican solo a la perforación. A pesar de esta capacidad de perforación, como el clima únicamente solo permitía trabajar en el verano antártico, que va de noviembre a mediados de febrero, se tuvieron que emplear obligatoriamente varios años para terminar todo el proyecto.

Cuando se ha finalizado cada pozo, la cabeza de perforación monta unos dispositivos, entre ellos un sensor de presión, que envía datos a los técnicos sobre la profundidad alcanzada y las dimensiones del agujero, con el fin de determinar si es válido para la instalación de los módulos ópticos digitales. En total se tuvieron que practicar 80 de estos agujeros.

Tras la perforación y comprobación del hueco practicado en el hielo se procede a situar los sensores que detectarán las radiaciones de los muones, fruto de las colisiones de neutrinos.
Por cada agujero que se practica en el hielo se introduce un cable de comunicaciones y alimentación eléctrica al que van conectados un total de 60 DOM, de modo que éstos quedan como las cuentas de un enorme rosario dentro del agua congelada, unidos mediante un cordón umbilical a un sistema principal que llega hasta el laboratorio del proyecto.

La instalación de los sensores se ha de hacer con cuidado para no dañarlos. El procedimiento de colocarlos en su posición implica a siete personas y solo la fase de fijarlos al cable principal de comunicaciones y alimentación eléctrica requiere el esfuerzo de tres de ellas, aunque el resultado depende en buena parte del trabajo previo de una cuarta, un coordinador. Este responsable tiene que calcular el tiempo que hace falta para efectuar esta operación y en función de ello decidir qué anchura de agujero es necesario taladrar sin sobredimensionarlo y, por lo tanto, sin gastar más combustible del preciso.

Una vez que se ha terminado de horadar el hielo comienza la cuenta atrás, por lo que resulta imprescindible no sobrepasar el tiempo estimado, ya que a medida que éste avanza el pozo comienza a congelarse de nuevo y se estrecha poco a poco. Si se produce un retraso cabe entonces la posibilidad de que el cable con los sensores quede atascado sin llegar hasta su destino y deje a los DOM congelados en una posición inservible para desempeñar su trabajo.

En comunicación con las torres de perforación e instalación se encuentran unos barracones climatizados que proveen de acceso a la red informática y potencia eléctrica. En estas dependencias se procede a preparar los sensores para poder conectarlos con una buena cadencia y para desarrollar algunos tests finales. La tanda de 60 DOM que se emplaza en cada agujero procede del laboratorio central, en donde se ha verificado su buen funcionamiento electrónico y mecánico. Los sensores se van uniendo al cable principal en grupos de cuatro, tras lo cual se procede a hacer algunas comprobaciones finales de comunicación antes de colocar el siguiente grupo.

La conexión de cada DOM se lleva a cabo mediante un procedimiento que facilita su manejo seguro, pasando la tensión del cable principal (Al que se fija el sensor) al cabrestante de la torre de perforación. Una vez que se han efectuado las conexiones precisas, se vuelve a pasar la tensión al cable principal y se deja que descienda por el agujero. El cable queda recto dentro del hueco, incluso antes de acoplar el primer sensor, gracias a un lastre de 2,27 kg que se ajusta en su extremo inferior.

Tan pronto como se han introducido los 60 DOM en el pozo, este se cierra con una tapa y se realiza una conexión del cable de datos y electricidad a una red instalada en la superficie, que a su vez está conectada al laboratorio principal del proyecto. Dicha red se dispone incluso antes de que se perfore el hielo, de tal modo que a las pocas horas de terminar de situar cada línea de sensores ya se empiezan a recibir sus datos.

La red está formada por concentradores (hubs) a los que están unidos varios DOM. Los hubs de una misma línea de sensores se enlazan a un procesador, que se encarga de reunir los datos obtenidos por cada ristra de DOM de cada agujero. Todos los procesadores de línea envían a su vez sus datos a unidades de proceso denominadas event builders (reconstructores de eventos), cuya función es básicamente analizar la información en busca de la que resulte relevante para el proyecto.

Los event builders están alojados en el ICL (Laboratorio IceCube), un edificio en el que también se encuentran las oficinas del proyecto, las salas de mantenimiento electrónico y las dependencias logísticas. Desde este edificio la información recopilada se envía, a través de un satélite de la NASA, a un centro de datos de la Universidad de Wisconsin (Estados Unidos), mientras que aquella descartada se guarda en discos que se transportan físicamente en el viaje de vuelta del equipo a EEUU al final de cada temporada de perforación.

Los datos que llegan a Wisconsin desde el Polo Sur se copian en 326 discos duros, que suman 120TB (unos 120.000 GB de capacidad). Una docena de potentes servidores son los encargados de compartir esta ingente cantidad de información con las estaciones de trabajo. Finalmente los resultados se van guardando en cintas de alta capacidad de 500 GB cada una. En ellas cada noche se almacena cada noche lo que bien podría denominarse la voz de las estrellas.

Conceptualmente, la estrategia del proyecto IceCube es sencilla, pero tras ella hay todo un desarrollo científico previo y, en su ejecución, un notable despliegue técnico. También ha resultado de suma importancia la experiencia adquirida en otra iniciativa similar instalada en el mismo lugar que este nuevo telescopio: el AMANDA (Antartic Muon Neutrino Detector Array o, en castellano, matriz antártica de detección de muones y neutrinos). El centro de todo el proyecto IceCube se basa en una herramienta formada por una malla o matriz en la que se encuentran finos detectores, tal y como ya utilizaba AMANDA, solo que esta empleaba 677 sensores divididos en 19 lineas que alcanzan una profundidad de 1.900 metros. Todos ellos ahora son parte y están integrados en el nuevo IceCube.
En el proyecto de construcción han participado 400 personas y se han gastado 271 millones de dólares.

El IceCube Neutrino Observatory está en la Antártida. Para tener una remota posibilidad de que un neutrino “choque” con un detector, el observatorio necesita tener un tamaño enorme. El conjunto de detectores del IceCube Neutrino Observatory ocupa aproximadamente un kilómetro cúbico. Para que su funcionamiento no sea afectado por otras partículas o radiaciones, se ha instalado 1.400 metros por debajo de la superficie del hielo que cubre el Polo Sur. En su diseño y construcción han participado científicos de Estados Unidos, Bélgica, Alemania y Suecia, y el dispositivo será operado por la Universidad de Wisconsin-Madison y la National Science Foundation.

Cabeza del taladro calentada con agua caliente.

En el gráfico que muestra las lineas de cable que sujetan los detectores en los pozos se muestra la torre Eiffel, para poder comparar su tamaño. Se han necesitado unos 10 años de trabajo para tenerlo listo, el pasado 18 de diciembre se introdujeron los últimos 86 fotodetectores y sus respectivos cables hasta una profundidad de dos kilómetros y medio, dando por concluida la obra que ha costado unos 270 millones de dólares. Cada uno de estos sensores ha sido colocado en su sitio dentro del bloque de hielo mediante profundos agujeros. Estos huecos se realizaron utilizando una taladradora especial que hizo su trabajo mediante un cabezal especial activado con agua caliente, en total se extrajeron 757 metros cúbicos de hielo, por cada uno de los pozos de 2,4 kilómetros. Hubo que realizar cientos de pozos con una profundidad comprendida entre los 1.400 y 2.400 metros para instalar cada uno de los sensores y sus cables de conexión.

Aquí se ve uno de los pozos con el cable que comunica los sensores colgados de él.

Los sensores poseen el tamaño aproximado de una pelota de baloncesto, y tienen como función detectar la luz azul, llamada “radiación de Cherenkov“, que se produce cuando los neutrinos chocan contra átomos de agua en forma de hielo. La construcción del IceCube Neutrino Observatory ha representado todo un desafío. A pesar de no haber tenido por parte de la prensa la cobertura que tuvo la construcción del LHC, este observatorio seguramente pasará a la historia como uno de los proyectos científicos más importantes de este siglo. Dado lo inhóspito del continente antártico, se buscó un sitio que además de reunir las condiciones geográficas necesarias (por ejemplo, hielos con el suficiente grosor) se encontrase mas o menos cerca de una base permanente. Esto simplificaría en parte la logística de la obra, así que se decidió que el complejo quedase instalado cerca de la base que Estados Unidos tiene en el Polo Sur. Hasta allí se llevó la perforadora, que tardó un promedio de 48 horas para completar cada uno de los agujeros necesarios.

Este es el primer sensor bajado al pozo de hielo.

Tanto los componentes del telescopio como los materiales indispensables para mantener en forma a los 150 científicos y trabajadores que realizaron la obra fueron periódicamente transportados en avión. Esta gente vivió en el Polo durante 10 veranos antárticos, y solo una pequeña dotación pasaba allí el invierno. A lo largo de este tiempo aprovecharon su experiencia para escribir una guía titulada “guía de cómo vivir en el Polo Sur”. Francis Halzzen, investigador jefe del proyecto, dice que IceCube es un telescopio que toma una imagen del Universo utilizando neutrinos en lugar de luz. Ahora que su construcción ha finalizado, se está en disposición de alcanzar el nivel de sensibilidad necesario para ver neutrinos de otros lugares más allá del Sol.

Los neutrinos no pueden ser observados directamente. En su lugar, se deduce información cinemática del neutrino por medio de la detección de las infrecuentes colisiones que ocurren entre un neutrino y un átomo, de una molécula de agua, dentro del hielo. Las estimaciones actuales predicen que se detectarán cerca de mil de estas colisiones por día.

 

 

 

 

 

Debido a la alta densidad del hielo, casi todos los productos detectados de la colisión inicial serán muones. Por lo tanto este experimento es más sensible al flujo de neutrinos muónicos a través de su volumen. Sin embargo, también hay un fondo abundante de muones creados no por neutrinos sino por rayos cósmicos que impactan en la atmósfera encima del detector; la mayor parte de éstos pueden ser inmediatamente rechazados por el hecho que provienen de la parte superior del detector. La mayor parte de los neutrinos "ascendentes" que restan vendrán de los rayos cósmicos que golpean el lado opuesto de la tierra, pero una fracción desconocida puede ser de origen astronómico.

Para distinguir entre estas dos fuentes de forma estadística, la dirección y la energía del neutrino entrante se estima por medio de los subproductos de la colisión. Los excesos inesperados en energía o de una dirección espacial dada indican una fuente extraterrestre.

 

 

De Alma de herrero: Observatorio IceCube

lunes, 7 de marzo de 2011

NASA Crawler

Los NASA Crawlers son dos inmensos vehículos, plataformas de carga asentadas sobre pesadas cadenas, diseñados para transportar grandes pesos desde el complejo de montaje de las lanzaderas y cohetes (VAB, Vehicle Assembly Builiding) hasta la zona de lanzamiento (Launch Complex 39). Un trayecto de sólamente 5,6 Km que se recorre con extremo cuidado en unas cinco horas. Fueron creados para los cohetes Saturno V del proyecto lunar Apolo y después se emplearon para el programa de los transbordadores.

Se construyeron dos ejemplares idénticos de este colosal vehículo. Fueron encargados a Marion Power Shovel, empleando componentes de Rockwell International y diseñados por Belcrus Corporation. Estos vehículos, llamados Hans y Franz, fueron entregados a la NASA en 1965, con una garantía de 50 años o 5.000 millas y un coste de 14 millones de dólares cada uno. Sus dimensiones son hercúleas, miden 40 metros de largo y 35 metros de ancho, tan anchos como una autopista americana de ocho carriles.

Su altura es ajustable entre 6,1 metros y 7,9 metros, esto se debe a que la parte trasera se levanta para mantener horizontal el vehículo espacial que transporta y superar la pendiente del 5% que lleva hasta la plataforma de lanzamiento. Para que nos hagamos una idea de su precisión, la parte superior de la lanzadera espacial que lleva encima nunca se mueve en más de 25 cm, y hablamos de un cohete de varias decenas de metros de alto. Para maniobrar con precisión, Hans y Franz utilizan tecnología láser.

Cada unidad pesa 2.400 toneladas, y va asentada sobre cuatro juegos dobles de orugas. Cada oruga lleva 57 eslabones, y cada uno pesa 910 kg, lo mismo que un Peugeot 107. Las orugas se reemplazaron en 2004, tras una inspección que reveló su precario estado tras cuatro décadas de uso. La capacidad de carga de estos mastodontes es quizá su característica más importante, pero es un dato que no se ha publicado. Se estima que es de unas 5.000 toneladas, ya han llevado cargas de 4.000 toneladas.

Sus motores son dos diésel de 16 cilindros y una potencia unitaria de 2.750 CV. Su potencia combinada es de 5.500 CV, que suministran potencia a cuatro generadores eléctricos de 1.340 CV, que luego actúan sobre 16 motores eléctricos de tracción. Dos generadores de 1.000 CV movidos por dos motores diésel de 1.065 CV se encargan de alimentar los sistemas hidraúlicos, la iluminación, ventilación y demás tareas auxiliares. Hay dos generadores de 200 CV a modo de reserva.

 

El consumo de combustible es de 35.000 litros cada 100 km. El depósito de combustible tiene una capacidad de 19.000 litros, suficiente para unos cuantos viajes de ida y vuelta hasta la zona de lanzamiento. Su velocidad máxima con carga es de 1,6 km/h, sin carga tiene una punta de 3,2 km/h. Una persona a pie es más rápida.

Cinco técnicos son necesarios para operarla, sobre ellos recae una responsabilidad considerable. A pesar de la gran automatización y renovación electrónica de las máquinas, el factor humano es indispensable cuando se transporta una carga cuya base tiene 27 por 27 metros. Desde su compra en 1965, las máquinas han acumulado unos 4.000 Km, siendo Franz la más rodada. Esa distancia equivale a un viaje de ida y vuelta entre Cabo Cañaveral y Nueva York.

Lo mejor de todo es que aún están en garantía y la NASA tiene planes de seguir usándolos en el futuro. De 2010 en adelante en lugar de transportar lanzaderas moverán los cohetes Ares I y Ares V, diseñados para transportar cargas pesadas. Se está pensando en dotar de motores más potentes a los Crawler para tal efecto.

Publicado por Cándido

domingo, 6 de marzo de 2011

El GP de Bahrein podría ser a finales de año

 

Foto de la NoticiaEl patrón de la Fórmula 1, Bernie Ecclestone, cree que el Gran Premio de Bahrein, inicialmente programado para el 13 de marzo, pero cancelado por la situación política que atraviesa el país, podría reprogramarse para finales de temporada y descartó que se dispute en agosto.

   "Olvidaos de agosto, hace demasiado calor. Demasiado calor para el público para estar sentado en las gradas, habrá 40 grados. Tendremos que mirar qué podemos hacer, cómo podemos adaptar las cosas. Quizás podamos cambiarlo con el Gran Premio de Brasil o algo así", afirmó en una entrevista con la 'BBC'.

   En principio, el Gran Premio de Brasil está previsto para el 27 de noviembre, después de la carrera en Abu Dhabi. Ecclestone confía en que el Consejo Mundial de la FIA tome una decisión el próximo martes. Otra solución sería poner el GP de Bahrein el 20 de noviembre, en principio, semana sin carrera.

   El británico espera "encontrar una fecha a finales de año". "Espero que las cosas se tranquilicen. Si hay paz en Bahrein, estaremos allí, encontraremos cómo hacerlo", indicó Ecclestone, destacando que ya no ve "noticias de Bahrein en la televisión".

   Además, confía en poder correr en el emirato porque es un país en el que el 'gran circo' cuenta con "grandes aficionados". "Hemos tenido mucho apoyo en Bahrein, mucho más que cuando corrimos allí por primera vez, y si quieren la carrera, queremos dársela", apuntó.

   Por otra parte, volvió a mostrarse contrario a la introducción del alerón móvil. "No lo apoyo. En mi opinión, habrá cada vez más protestas contra ello", explicó al tiempo que considera que doce equipos "son demasiados" y confía en poder volver a una parrilla "con diez" escuderías.

El GP de Bahrein podría ser a finales de año. europapress.es

sábado, 5 de marzo de 2011

Vuelve el trueque

 

En 1995 la empresa Compensa introdujo en el mercado español el sistema de intercambio organizado. Por este sistema las empresas no venden sus productos o servicios, sino que los intercambian en una bolsa global sin que intervenga el dinero en las transacciones. Los fundadores de Compensa, Alejandro y Marcos Ruiz Chitty apostaron por una moderna adaptación del clásico trueque para crear su "Bolsa de Intercambio". Ambos poseen nacionalidad anglo-española y han vivido durante muchos años en Francia, por lo que dominan los tres idiomas.

Marcos Ruiz lleva manejando el concepto de intercambio desde los inicios de su carrera profesional en empresas como B&M Network Red Internacional, Aelos France (cuyos negocios se basaban en el "trading" de productos y servicios entre Francia y otros países), y Tec France Trading et Compensation, empresa dedicada al "barter" en Francia.

Alejandro Ruiz, por su parte, es licenciado en empresariales por la European Business School en Londres y desarrolló su carrera profesional en Más consultores y Argentaria.

Tras dos años estudiando en detalle el funcionamiento de las empresas de "bartering" en Francia e Inglaterra y realizando un estudio de mercado sobre las posibilidades de funcionamiento del sistema de intercambio en España, decidieron fundar COMPENSA. Desde su inicio la compañía no ha parado de crecer y hoy en día unas 500 empresas punteras intercambian entre sí a través de compensa productos y servicios de forma multilateral.

Las empresas dedicadas al "trading" se especializan en vender los productos de empresas manufactureras. Por el contrario la expresión inglesa "bartering" se emplea para designar una acción de trueque. El concepto "barter" implica el pago parcial o total de un servicio, como puede ser un espacio publicitario de un anunciante, a cambio de algunos de sus productos o servicios. En este caso el anunciante intercambia con una televisión o radio un programa producido por él a cambio de sus productos.

A menor escala, a nivel personal, un banco de tiempo es un sistema de intercambio de servicios por tiempo En él la unidad de intercambio no es el dinero sino la hora de trabajo. Es un sistema de intercambio de servicios por servicios o favores por favores. También supone el fomento de las relaciones sociales.

Alma de herrero: Vuelve el trueque

Solar Magellan?

de  National Geographic Magazine - NGM.com

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Impulsado únicamente por el sol, yate solar más grande del mundo partió de Mónaco el otoño pasado.

Un mes en su búsqueda para ser el primero en el mundo en un barco impulsado por el sol, el equipo europeo de la tûranor planetsolar del círculo señala la curiosidad de algunos locales en el Océano Atlántico. "Nos quedamos junto a cuatro magníficos cachalotes durante casi 20 minutos," dice el capitán del buque, Patrick Marchesseau. "Parecían completamente a gusto con el visitante silencioso".

Ese visitante fue un catamarán de 95 toneladas que había embarcado en septiembre en un viaje que se espera que cerca de ocho meses. La nave de 17,5 millones de dólares puede golpear hasta 12 nudos y tiene como objetivo mostrar el potencial de los viajes de energía limpia. Sin embargo, son difíciles de algunas tradiciones marinera: con el primer cruce del Ecuador, dice líder del proyecto Gerhard Beinhauer, viene una celebración adecuada "con rey Neptuno, asistida por Helios, el Dios del sol." : Erin fraile McDermott

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La ruta: Durante su intento de circunnavegar el mundo, la Tûranor PlanetSolar pretende mantenerse en su mayor parte dentro de 30 grados latitudinales del Ecuador para maximizar su exposición al sol.

CÓMO FUNCIONA

  1. Luz solar golpea 825 paneles solares, algunos de ellos en alas extensibles, que puede generar hasta 93.5 kilovatios.
  2. Baterías de iones de litio en ambos carrozas de alimentación el barco por la noche y hasta tres días de cosméticos.
  3. Un equipo controla el flujo de energía a las baterías y los motores que giran hélices de seis pies del yate.

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