martes, 29 de abril de 2008

El cuadro de Sorolla 'Playa de Valencia' se subastará en Madrid con un precio de salida de 1.350.000 euros

Fuente: europa press
El cuadro de Joaquín Sorolla 'Playa de Valencia' se subastará en la Sala Ansorena de Madrid el próximo 19 de mayo con un precio de salida de 1.350.000 euros. Se trata de un óleo sobre lienzo de 80x62 centímetros pintado en la playa de Valencia, posiblemente en agosto de 1900, posterior a la Exposición Universal de París, celebrada en junio de ese mismo año, en la que Sorolla ganó el Grand Prix.

La fecha de realización de esta pintura fue un momento de gran éxito del pintor, una época de madurez. Poco después obtuvo la Medalla de Honor en la Exposición Nacional de Bellas Artes en la que Sorolla quedó consagrado como gran pintor.

El artista regaló este cuadro a la Real Gran Peña de Madrid, asociación que cuenta con una importante colección de arte de principios del siglo XX. Está firmada y fechada en 1900 en el ángulo inferior derecho. Asimismo, la sala subastadora adjunta certificado de autenticidad de Blanca Pons Sorolla, biznieta del pintor.

Las escenas de playa son algunas de las más destacadas de Sorolla por la manera especial de interpretar la vibración de la luz del sol, la variedad de tintas azules y violetas contrapuestas a las rojas y amarillas y el uso del blanco, las arenas doradas y las velas hinchadas, pero especialmente su gusto y refinamiento, la vitalidad de su pintura y su capacidad para elevar escenas sencillas y cotidianas sin ampulosidad y sin tener que crear lugares bellos de forma artificial.

Viñeta de FORGES

Un dedo travieso y provocador

Fuente: periodista digital
Con sólo un dedo se puede dar la vuelta a una campaña publicitaria, como demuestra el último anuncio impreso del diseñador Tom Ford, que aboga por las grandes gafas de sol y un dedo desconocido que se introduce entre los labios de la modelo.

La ocurrencia, publicada este mes en 'Vogue', se ha pagado con la retirada de la imagen en Italia.

Como cuenta Eduardo Fernández en El Mundo, el Código de Autodisciplina de Comunicación Comercial italiano censura la campaña de Tom Ford al considerar que "la imagen es muy alusiva y provocadora" ...

La escena, según el Instituto de Autodisciplina, "atenta contra los límites aceptables en la comunicación, pudiendo llegar a herir sensibilidades". El anuncio, "marcadamente vulgar" según el organismo, "degrada la dignidad" de la mujer.