martes, 12 de enero de 2010

Crean glóbulos rojos artificiales

Fuente: Muy Interesante

celulas-artificialesCientíficos de las universidades de California y Michigan han desarrollado células artificiales suaves y flexibles que imitan las características y funciones clave de los glóbulos rojos o hematíes de la sangre.

Se llaman RCBs y, como los glóbulos rojos, su función principal es el transporte de oxígeno. Además, son capaces de trasladar medicamentos de una manera efectiva y controlada. "Esta capacidad de crear transportes biomiméticos como agentes terapéuticos y de diagnóstico abre muchas nuevas posibilididades", ha explicado el ingeniero químico Samir Mitragotri, coautor del estudio que publica hoy la revista PNAS.

Para crear los hematíes artificiales, Mitragotri y sus compañeros de la Universidad de Michigan utilizaron un polímero al que cubrieron con nueve capas de hemoglobina y otras proteínas. Al extraer el polímero que sirvió como molde, obtuvieron partículas con “forma de donut,” que tenían el mismo tamaño y podían transportar consigo tanto oxígeno como los glóbulos rojos. Además, su flexibilidad les permitía pasar por canales menores que su diámetro y recuperar su forma original, tal y como los glóbulos rojos.

Entre los males que podrían ser curados con estas células sintéticas destacan la anemia y la eliptocitosis hereditaria, un trastorno en que los glóbulos rojos alteran su forma circular y conducen a la llamada anemia hemolítica.

Dosidicus gigas

Fuente: 365especies.com

Dosidicus gigas

El calamar gigante Dosidicus gigas (D’Orbigny 1835) es una especie de molusco endémica del Océano Pacífico oriental, también conocida como pota, calamar gigante volador o calamar de Humboldt, en honor al naturalista y explorador alemán Alexander von Humboldt. Cuando se descubrió se le llamó Ommastrephes gigas, del griego omma, ‘ojos’, y strepho, ‘giro’. En México lo llaman el “diablo rojo” por su agresividad y porque cuando sale a la superficie muestra un intenso brillo encarnado.

Este carnívoro marino caza en grupos de hasta 1.200 individuos, usando sus afilados tentáculos afilados para atrapar a sus presas. Pesa hasta 50 kilos, mide 2 metros y desciende hasta 700 metros de profundidad, donde el oxígeno escasea. El pasado verano miles de ejemplares se acercaron a las costas californianas en masa, algo que los científicos atribuyen a la escasez de alimentos o el calentamiento global.