martes, 9 de septiembre de 2008

Chimenea inalámbrica

Fuente: 71º

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Como puedes ver en la imagen, las chimeneas de Conmoto son perfectamente portables e ideales para aquellos amantes de un buen fuego en invierno que no quieran o no puedan hacer obra en casa. Los laterales están protegidos por cristales adecuados al fuego que evitarán que las chispas prendan fuego a tu casa. Sus dimensiones son de 50×70x20 centímetros, así que puedes hacerle un sitio prácticamente en cualquier habitación de tu casa.


Soy de la generación 'e': Papá, no quiero ser como tú

Antes de que sepan hablar correctamente, nuestros niños pueden manejar un ordenador o un móvil. Como pequeños adultos, ya saben que quieren ser diferentes de sus padres. Son niños, pero ya saben que no les importa el dinero, ni si serán astronautas o profesores. Eligen su vocación y su futura familia como prioridad.

Según un estudio reciente de la empresa de recursos humanos Adecco, el 75% de los niños menores de 17 años —81,4% de chicas y 68% de chicos— consideran que seguir su vocación es más importante que ganar mucho dinero. Más de la mitad de ellos no estarían dispuestos a trabajar si tuviesen que alejarse de su mujer e hijos.

Además, el 94,6% elegiría seguir un camino laboral diferente de sus padres. Sin embargo, eso no es una sorpresa: la teoría freudiana dice que las personas son espejos de sus padres y que ellos forman la personalidad de sus hijos hasta que los pequeños quieran ser autónomos. Desde ahí, siguen a sus amigos para ser aceptados en su círculo social. "La novedad es que hoy la influencia de los medios de información y lo que piensan sus amistades son elementos importantes para la formación de los pequeños antes de lo que pensaba Freud", dice la psicóloga Beatriz Becerro Bengoa, consejera editorial de la revista Salud Mental.

Hugo Pontes tiene 10 años y está seguro de no ser informático como su padre. No es que no le guste el trabajo de su padre, pero él quiere otra cosa."Yo quiero ser chef de cocina porque me gusta cocinar. Además, es muy aburrido trabajar todo el tiempo frente a un ordenador", cuenta el niño. Hugo usa los ordenadores para hablar con amigos y con parte de su familia que vive lejos, pero quiere seguir su vocación antes de todo. A él no le importa no ganar dinero como su padre y tener una vida más sencilla. "Prefiero disfrutar la vida que ser un hombre adinerado", completa. Y sí, tiene 10 años.

¿Y a partir de los 11?

Hasta ahora, era común que los más pequeños quisieran seguir la profesión de sus padres y también que los más mayores, desde los 11 hasta los 17 años, tuviesen una imaginación sin fronteras para elegir la carrera. Pero las cosas cambian, y en el mundo de hoy, desde muy temprano los niños tienen acceso a internet y miran la tele más que las generaciones anteriores. Según la Fundación Auna, el 80% de los menores de seis años utiliza algún dispositivo con pantalla y tiene conciencia de hacerlo a partir de los tres años.

Ahora, la generación 'e', como son conocidos, quiere más y más información, quiere comer mientras gana una partida en su videojuego y seguir a sus héroes virtuales. "Hoy las opciones son cada vez mayores, porque hay acceso a las más diversas carreras. Así que más allá vuela la imaginación para ser diferentes", afirma la psicóloga Beatriz Becerro Bengoa.

Sin embargo, esa puerta abierta al mundo muestra también la realidad y los mayores, que todavía tienen 17 años, ya saben que las locuras de ser lo que se quiera no son tan fáciles ni tan comunes. Según la investigación de Adecco, las profesiones más demandadas por esos jóvenes son la de profesora (22,7% chicas), veterinario (14,6% chicos) y médico (12,2% para chicas y 5,6% para chicos). Además de seguir profesiones más comunes, el 77,4% responde que está decidido a trabajar el tiempo que sea necesario, frente al 22,6% que no está dispuesto a hacer horas extras.

Las condiciones de acceso a los medios y la posibilidad de conocer a miles de personas vía internet llevan a los niños y jóvenes a caminos diferentes de lo que siguieron sus padres mucho antes, y llevan también a una madurez para los asuntos de familia y profesión. Eso ocurre aunque ellos vayan a cambiar su decisión muchas y muchas veces hasta que sean adultos y tengan su propia familia. A ver lo que les depara el futuro....