sábado, 28 de marzo de 2009

Calendario Oficial del Campeonato Mundial de Fórmula 1 2009

Fuente: todoformula1
  1. Gran Premio de Australia (Melbourne) - 27-29 de Marzo - Circuito de Albert Park
  2. Gran Premio de Malasia (Kuala Lumpur) - 3-5 de Abril - Circuito de Sepang
  3. Gran Premio de China (Shanghai) - 17-19 de Abril - Circuito de Shanghai
  4. Gran Premio de Bahrein (Bahrein) - 24-26 de Abril - Circuito de Bahrein
  5. Gran Premio de España (Cataluña) - 8-10 de Mayo - Circuito de Montmeló
  6. Gran Premio de Mónaco (Monte Carlo) - 21-24 de Mayo - Circuito de Monte Carlo
  7. Gran Premio de Turquía (Estambul) - 5-7 de Junio - Circuito de Istanbul Park
  8. Gran Premio de Gran Bretaña (Silverstone) - 19-21 de Junio - Circuito de Silverstone
  9. Gran Premio de Alemania (Nürburgring) - 10-12 de Julio - Circuito de Nürburgring
  10. Gran Premio de Hungría (Budapest) - 24-26 de Julio - Circuito de Hungaroring
  11. Gran Premio de Europa () - 21-23 de Agosto - Circuito Urbano de
  12. Gran Premio de Bélgica (Spa-Francorchamps) - 28-30 de Agosto - Circuito de Spa-Francorchamps
  13. Gran Premio de Italia (Monza) - 11-13 de Septiembre - Circuito de Monza
  14. Gran Premio de Singapur () - 25-27 de Septiembre - Circuito de
  15. Gran Premio de Japón (Suzuka) - 2-4 de Octubre - Circuito de Suzuka
  16. Gran Premio de Brasil (Sao Paulo) - 16-18 de Octubre - Circuito de Interlagos
  17. Gran Premio de Abu Dhabi () - 30 de Octubre al 1 de Noviembre - Circuito de Yas Island

El hielo que arde: ¿la futura panacea energética?

Fuente: Pablo Francescutti, en soitu.es

Hay un tipo de hielo que se quema y produce energía; un hielo que no se compone de agua y que se encuentra por doquier, sobre todo en el fondo de los mares. Hablo de los hidratos de metano, vale decir, de gas congelado. Para los expertos reunidos en la cita anual de la Sociedad Americana de Química en Salt Lake City (EEUU), este hidrocarburo más "limpio" será estratégico en la transición hacia un modelo energético más sostenible.

USGS

La curiosa sustancia con la textura de un sorbete se halla bajo el lecho marino dentro de celdillas de hielo llamadas "clatratos". Surge del contacto del agua con el metano originado de la descomposición orgánica, a temperaturas muy bajas y presiones muy altas (condiciones habituales en las honduras oceánicas y el subsuelo ártico). Y si se le acerca una cerilla encendida, prende en llamas.

En ocasiones, puede liberarse de su trampa subterránea y subir a la superficie. Se especula que la desaparición inexplicable de algunos barcos podría deberse a la irrupción fulminante de enormes burbujas de metano (especialmente en el Triángulo de la Bermudas, cuyos fondos se sospechan que encierran vastas cantidades de gas helado).

Los investigadores no cesan de descubrir hidratos de gas en distintas partes del mundo: Estados Unidos, India, Japón… y en aguas españolas. Prácticamente no hay plataforma continental sin vastos depósitos. Solo los hidratos encerrados en el permafrost de Alaska garantizarían la calefacción de 100 millones de hogares durante una década, anunció en 'Salt Lake City' el geólogo Tim Collet, del 'U.S. Geological Survey'. Se calcula que los hidratos de todo el mundo equivalen a 72 veces las reservas convencionales de gas natural, o sea el doble de las reservas de gas, petróleo y carbón juntas.

Aunque al hielo que arde se le conoce desde principios del siglo XIX, no fue hasta 1982 cuando una expedición científica logró extraer una cuantiosa muestra de hidratos de gas cerca de las costas de Guatemala. La proeza supuso la señal de largada para un programa de I+D centrado en lo que se perfilaba como una nueva fuente de energía.

Japón ya ha puesto manos a la obra. Un programa de perforación nipón se llevará a cabo en aguas del Océano Pacífico, entre 2012 y 2014. Su objetivo: demostrar la viabilidad comercial de su extracción a gran escala y evaluar su impacto ambiental.

Primera cuestión clave: determinar cuánto metano aprovechable puede sacarse de esos depósitos (el gas constituye el 15% de los hidratos). Una técnica prometedora pasa por despresurizar los depositos; otra, por intercambiar con CO2 las moléculas de metano insertas en los clatratos. El gas así obtenido se podría extraer con la tecnología empleada en perforar pozos petrolíferos, señala el geólogo estadounidense Ray Boswell.

Segunda cuestión clave: el aspecto ambiental. El metano tiene un Efecto Invernadero 21 veces más potente que el CO2. No sería saludable que en el proceso extractivo se alterasen los equilibrios del zócalo océanico, provocando una disminución de la presión que culminase en una liberación masiva de gas.

Los defensores de su explotación afirman que se trata de hidrocarburos más limpios que el metano procedente de los yacimientos petroleros, cargado de azufre y otros gases contaminantes. Y añaden que ya se dispone de la tecnología para quitar el carbono del gas y producir hidrógeno, que se quema sin emitir nada de CO2.

Muy interesante, sí. Pero igual yo no dejo de hacerme la misma pregunta: ¿qué papel le cabe jugar a un combustible fósil, por más "limpio" que sea, en un futuro empeñado en reducir sus emisiones de carbono un 80% por debajo de sus niveles actuales?