domingo, 15 de febrero de 2009

Asesinan a doce miembros de una familia de policías en el este de México

Fuente: abc.es

Doce personas han muerto, entre ellas seis menores, y dos más han resultado heridas cuando un grupo armado atacó a tiros tres viviendas en las que vivían dos agentes de policía estatales y sus familias, en el estado de Tabasco, en el este de México, informaron hoy autoridades locales.

La masacre tuvo lugar en la comunidad rural de Monte Largo, en el municipio de Macuspana, una población localizada a 52 kilómetros de Villahermosa, capital de Tabasco, han indicado fuentes de la Secretaría de Seguridad Pública del estado.

Un grupo de aproximadamente diez sicarios llegó a bordo de tres camionetas a las viviendas, en una de las cuales vivía Carlos Reyes López, un comandante de la Procuraduría General de Justicia de Tabasco (fiscalía local), quien fue asesinado junto con su esposa y tres hijos.

Según fuentes de la fiscalía de Tabasco, Reyes pertenecía al llamado Grupo Modelo, una fuerza integrada por agentes de alto rango dedicada a la investigación de casos de secuestro y de delincuencia organizada, y en los últimos meses participó en varias detenciones de sicarios y miembros de grupos narcotraficantes.

Por este motivo, las autoridades consideran que se pueda tratar de una venganza por la captura de sicarios o la muerte de otros delincuentes durante enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.

Once cadáveres fueron hallados dispersos tanto al interior como al exterior de los domicilios, mientras que una persona murió cuando era trasladada a un hospital de Macuspana. Entre los lesionados se encuentra Celedonio Reyes López, otro agente policíaco, hermano del comandante asesinado. Según las autoridades los atacantes sorprendieron a los miembros de la familia y "no tuvieron piedad".

México vive una intensa ola de violencia generada por la acción de varios grupos narcotraficantes que operan en el país. El año pasado murieron en México alrededor de 5.600 personas en crímenes relacionados con el crimen organizado.

Pan

Fuente: José Saramgo, en El Cuaderno de Saramago

¿Habrá leído el dignísimo fiscal de Badalona Los Miserables de Víctor Hugo, o pertenece a esa parte de la humanidad que cree que la vida se aprende en los códigos? La pregunta obviamente es retórica y, si la hago, es sólo para facilitar la entrada en la materia. Así, el lector ilustrado sabe desde ya que el tal fiscal podría ser, con entera justicia, una de las figuras que Víctor Hugo plantó en su libro, la del acusador público. El protagonista de la historia, Jean Valjean (¿le suena este nombre, señor fiscal?), fue acusado de haber robado (y de hecho había robado) un pan, crimen que le costó casi una vida de reclusión dadas las sucesivas condenas motivadas por las repetidas tentativas de fuga, más logradas unas que otras.

Jean Valjean sufría de una enfermedad que ataca mucho a la población reclusa, el ansia de libertad. El libro es enorme, de esos de los que hoy se dice que le sobran páginas, y seguramente no le interesará al señor fiscal que con probabilidad ya no está en edad de leerlo:
Los Miserables es lectura de juventud, después llega el cinismo y son pocos los adultos que tienen paciencia para interesarse por la miseria y por las desventuras de Jean Valjean.

Pese a todo, también puede suceder que yo esté equivocado: tal vez el señor fiscal haya leído
Los Miserables… Si es así, permítame una pregunta: ¿como osa (si el verbo le parece demasiado fuerte que use cualquiera de los equivalentes) pedir un año y medio de prisión para el mendigo que en Badalona intentó robar una “baguette”, y digo intentó porque sólo consiguió llevarse la mitad? ¿Cómo lo hace? ¿Será porque, en vez de un cerebro, tiene en su cráneo, como único mobiliario, un código? Acláremelo, por favor, para que comience a preparar mi defensa por si alguna vez me tengo que enfrentar a un ejemplar da su especie.

La imágen no corresponde al artículo