miércoles, 3 de febrero de 2010

El despegue de Alonso

Fuente: elmundo.es

Callos en las manos, marcas en el rostro, rozaduras en los costados. El primer día del curso a bordo de una bestia de 700 caballos no es sencillo, después de tres meses parado. Sólo el piloto en su intimidad, al revisar las heridas, sin el mono, descubre realmente lo que suponen siete horas de tests a fondo, con vueltas y más vueltas, con ingenieros que te hablan, con mil ajustes que hacer. Lo sabe Fernando Alonso, devastado tras 127 vueltas al circuito de Cheste. Un Madrid-Oviedo entre hierros. Más de 500 kilómetros atrapado en un habitáculo angustioso, que se clava en los huesos, que destroza las posaderas. A las cinco y cuarto de la tarde, el asturiano era un torero revolcado. Y orgulloso de las sensaciones. El Ferrari, su coche, va. [El estreno de Alonso en Valencia] | [Álbum de la jornada] [Reacciones]

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Alonso arranca su aventura más esperada con el mejor ánimo posible. El F10, su monoplaza, cumplió en las primeras pruebas de Jerez. Fue el amo de los tres días, dos en manos de Felipe Massa y el miércoles con el recién llegado, dueño del registro estelar del amanecer de la pretemporada. Monoplaza rápido, fiable y elegante en su discurrir por la pista. Argumentos de ilusión, aunque el protagonista reclame prudencia en los análisis. Lo debe hacer, queda mucho hasta el inicio del Mundial, creaciones que ver como ese Red Bull que sigue secreto... Pero tras la jornada, Alonso era dichoso. La apertura de la obra había sido un éxito.

Sólo sus custodios saben descifrar, a veces, los gestos de Alonso. Uno de ellos, su fiel escudero, Fabrizio. El fisioterapeuta, su mano derecha. A él dedicó una enorme sonrisa a mediodía, cuando había completado un buen puñado de vueltas. Suficiente sorbo a la máquina para entrever que tenía entre manos una creación poderosa. ¿Ganadora? Con aspecto fiero, al menos. En su primera vez con los coches, el asturiano asegura que pronto, al tacto, desvela las intenciones del monoplaza. Y las del F10 parecen atractivas.

"Ha sido un día muy emocionante, lo esperaba desde hace mucho tiempo", decía cayendo el sol, con el rostro enjuto del esfuerzo. Chupada la cara, con un plato de pasta al vuelo tan sólo en el estómago. Avituallamiento de Tour, con saludos a las autoridades de aliño. No había tiempo que perder. Asfalto, asfalto, asfalto. En el lado derecho de la cara, un pellizco del casco. Ampollas del estreno de zapatos. Quería rodar y rodar porque el calendario aprieta con escasas fechas para experimentar.

Comenzó a las 10.04 horas y, tras ajustar pedales, asiento y ponerse cómodo, pisó a fondo el acelerador. Velocidad de sprinter y resistencia de fondista. Un auténtico maratón de giros, sin fallos mecánicos. "La conclusión es positiva. Buena fiabilidad en conjunto. Después, habrá que apretar para poner el monoplaza al 100%", resumía el piloto de Ferrari.

Cuenta Pedro de la Rosa que en sus inicios en la Fórmula 1, hace más de 10 años, las pruebas invernales en la Península eran medio clandestinas. Mecánicos, prensa extranjera y cuatro aficionados con tiempo libre. El nuevo piloto de Sauber alucinaba al ver las tribunas con más de 35.000 espectadores, al comprobar que había más de 500 periodistas acreditados, al saber que se estaban retransmitiendo los tests en directo vía internet... Una locura de la que él también se siente partícipe, aunque el máximo protagonista vista de rojo. "Lo de Fernando es único. Su rendimiento con un coche que no conoce está al alcance de muy pocos", reconoce el barcelonés. Michael Schumacher fue más directo con su ex equipo: "Ferrari ha impresionado".

Aplausos, pancartas, gente de toda España, y Alonso concentrado en este coqueto trazado que podía haber cubierto al final de la sesión a ciegas. Se lo sabía de memoria. "He disfrutado mucho. Un día especial, el mejor regalo para mi padre", contaba el asturiano, tan unido a su progenitor, a pie de pista en el gran día de su chico. Ambos llevaban años esperando este momento, desde que un día de Reyes el pequeño 'Nano' destrozó con su ímpetu habitual el envoltorio de un regalo. Dentro, un coche rojo.

"Estaba ansioso", revela. Desde septiembre se mordía las uñas por quitarle el papel a su montura italiana. Se le han hecho eternos estos meses, también las últimas semanas, sin matar el mono con el gris trabajo de fábrica (hacer el asiento, tomarse medidas, el casco...). Necesitaba adrenalina y la ha conseguido con el curso de piloto de avión que ha empezado.

Más retos, más peligros, siempre rodeado de reclamos, con su nombre mil veces repetido. "Alonso, Alonso, aquí". También Pascual, desde una silla de ruedas, con el premio del día en sus manos: la gorra del estreno de Alonso en sus manos. "Me la prometió este mediodía", cuenta, mientras el piloto sigue su intensa jornada de trabajo, ahora ya en la oficina ante el cargamento de datos que ha escupido el monoplaza. Tira de él su director deportivo en Ferrari, Massimo Rivola, conocido desde sus tiempos de debutante en Minardi. Ahora, se reencuentran en el mejor lugar posible.

El gol de Iniesta al Chelsea provoca un «baby boom»

El gol de Andrés Iniesta en el partido de vuelta de la semifinal de la Champions League contra el Chelsea en Stamford Bridge en el último minuto de juego ha disparado los partos en el Hospital Quirón de Barcelona, nueve meses después.

Fuentes del centro hospitalario explicaron este jueves, que cuando se cumplen 39 semanas del partido que dio el pase a la final de Roma, donde el Barcelona consiguió la tercera 'orejuda', los partos han aumentado un 50 por ciento, avanzó «ComRadio».

La enfermera supervisora de partos del Hospital Quirón de Barcelona, Mercedes Rodríguez, explicó que generalmente el centro atiende entre 9 y 10 partos diarios. No obstante, los últimos cuatro días esta actividad creció hasta los 15 diarios, lo que llevó a las enfermeras del hospital a cuestionarse por la luna nueve meses antes.

En cualquier caso, las enfermeras comentaron que el proceso de gestación puede culminarse entre 37 y 41 semanas, y que la victoria del Bara contra el Madrid en el Santiago Bernabéu por 2 a 6, cuatro días después, y la victoria de la Champions contra el Manchester United en Roma también pueden haber influido en una mayor actividad sexual de los culés.

La consellera de Salud de la Generalitat, Marina Geli, fue preguntada por esta cuestión, y no pudo constatar un «baby boom» en los hospitales catalanes los últimos días por efecto de la victoria barcelonista

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