El angelito mata a varios lagartos y a una tortuga y se los lanza, junto a otros animales vivos, a un cocodrilo de más tres metros para darle de comer
Un niño de siete años saltó la valla de seguridad en un zoo en el centro de Australia y, tras aplastar con una piedra varios lagartos, se los dio de comer junto a otros animales vivos a un enorme cocodrilo.
El suceso ocurrió el pasado miércoles en el Centro de Reptiles de Alice Springs en el Territorio del Norte, según su director, Rex Neindorf, informó hoy la radio ABC.
Neindorf explicó que en apenas media hora, el pequeño mató a tres lagartos y tiró sus cuerpos a la jaula de Terry, un cocodrilo de agua salada de más de tres metros de largo y 200 kilos de peso. Acto seguido, capturó una decena de animales vivos que también lanzó hacia Terry.
Como si estuviera jugando
El menor lanzó, en total, a una tortuga, cuatro lagartos de lengua azul, dos dragones barbados, dos lagartos diablos espinosos y un lagarto goanna de 1,8 metros.
"En mi época le habrían dado una gran patada en el trasero"
Las imágenes de las cámaras de seguridad mostraron al niño sonriente y "con la mirada perdida", según explicó Neindorf, quien comentó que "parecía como si estuviera jugando".
Los padres del niño podrían ser demandados, después de que la policía dijera que el menor era demasiado pequeño como para hacerlo responsable de sus actos.
"El hecho de que un niño de siete años pueda causar tal desastre en tan poco tiempo es increíble. En mi época le habrían dado una gran patada en el trasero", explicó Neindorf.
Ejemplares muy difíciles de reemplazar
Tras ser apresado por los guardas del zoo, el niño no habló cuando la Policía intentó interrogarle, dijo el del parque. Los agentes también tomaron declaración a la madre, la única persona que acompañaba al pequeño.
"Tuvo suerte de que Terry no fuera a por él"
El niño, que según las leyes de este estado australiano no puede ser procesado al ser menor de diez años, acabó con la vida de animales exóticos valorados en un total de 5.500 dólares, algunos de los cuales muy difíciles de reemplazar.
"Nos sentimos horrorizados y alarmados por la edad del pequeño", señaló Neindorf, quien anunció que tiene intención de denunciar a su madre, pues "alguien tiene que asumir la responsabilidad". "Creo que tuvo suerte de que Terry no fue a por él", concluyó Neindorf.
La Policía atribuye el incidente a un fallo en el sistema de seguridad del zoo. Según las primeras pesquisas, los sensores de movimiento no detectaron al niño porque era demasiado pequeño, y así pudo penetrar en la jaula saltando una valla trasera que no estaba vigilada.
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