sábado, 4 de octubre de 2008

Los siete magníficos

Fuente: Daniel Basteiro, en publico.es

La ciencia europea aspira a ampliar en el próximo decenio el conocimiento del 95% desconocido del Universo a través de los proyectos presentados esta semana

El matemático y pensador Bertrand Rusell escribió en su libro Historia de la Filosofía Occidental que "la ciencia debe poner límites al conocimiento, pero no a la imaginación", y lo cierto es que lo que se sabe del Universo, de su materia y energía, se basa en más de un 95% en hipótesis y teorías todavía sin demostrar. ¿Qué es la materia oscura? ¿Cuál el origen de los rayos cósmicos? ¿Viven los protones para siempre? Preguntas fundamentales para la física de astropartículas, a las que los científicos europeos pretenden dar respuesta con una ambiciosa estrategia a 10 años vista presentada esta semana en Bruselas.


Imagen del telescopio usado para el proyecto 'Magic' para el estudio de rayos Gamma
Imagen del telescopio usado para el proyecto 'Magic' para el estudio de rayos Gamma. - ASPERA/R. Wagner

En esta hoja de ruta, en la que se ha trabajado durante dos años, se presentan los siete experimentos que permitirán avanzar en el estudio de los mensajeros cósmicos. Los proyectos, bautizados como Los Siete Magníficos por Aspera, la red europea de agencias nacionales de física de astropartículas, incluyen un telescopio de neutrinos que ocuparía un kilómetro cúbico en el mar Mediterráneo, una instalación subterránea de un megatón (mil toneladas) para determinar la vida media del protón y comprobar si se desintegra, o una colección de 100 telescopios para detectar rayos gamma de alta energía.

Los experimentos permitirán confirmar teorías de Albert Einstein


Otro de los experimentos ayudaría a descubrir las ondas gravitacionales, cuyo concepto acuñó Albert Einstein. De la Teoría de la Relatividad del genial científico, se desprende la existencia de estas ondas, de las que sólo se tiene constancia de manera indirecta, y que se producen en el seno de la deformación del espacio y del tiempo que provocan grandes cataclismos, como el colapso de una galaxia o una supernova.

"Además de comprobar el sueño de Einstein, estos experimentos nos permitirían dar un paso de gigante en el conocimiento del Universo, su origen, su evolución o su destino", asegura Antonio Ferrer, catedrático de Física Atómica Molecular y Nuclear de la Universidad de Valencia y representante del Ministerio de Innovación en la reunión. Ferrer destaca que la física de astropartículas es relativamente reciente como disciplina y que los medios para su investigación son muy costosos.

El estudio de los mensajeros cósmicos requiere grandes infraestructuras: kilómetros de túneles subterráneos, enormes telescopios, una cuenca de un millón de litros de agua... Además de estas construcciones, algunos materiales, como el germanio, son caros y escasos.

Europa debería duplicar su presupuesto en 10 años y obtener ayuda de otras potencias

La estrategia europea prevé el incremento paulatino de su presupuesto, desde los 70 millones al año actuales hasta los 140 millones en un decenio, pero hay algunos experimentos que solo podrán costearse con la colaboración de otras potencias tecnológicas, como EEUU o Japón.

"Aunque existe una competición innegable, los europeos estamos de acuerdo con otros investigadores en la hoja de ruta a medio plazo y en que de la coordinación saldrán los descubrimientos", asegura Arnaud Marsollier, del CERN, la Organización Europea para la Investigación Nuclear.

Marsollier prevé "comenzar dos de los experimentos más ambiciosos [los que estudiarán los rayos gamma y los neutrinos] en 2012". "Y para ello necesitamos financiación", añade. Para Ferrer, esto no será fácil: "Los científicos proponemos, pero luego los gobiernos nos imponen las rebajas".

Aplicaciones prácticas

"La nueva ventana al Universo nos permitirá conocer algo más de los confines de lo real, pero también de nosotros mismos, aunque ahora no parezca evidente", sostiene Ferrer, quien resalta que una inversión tan grande no va destinada a "investigar por investigar.

Si hablamos de aplicaciones concretas para la vida de los ciudadanos, no debemos olvidar que en centros como el CERN, considerado inicialmente por algunos como un agujero negro de dinero, han salido la World Wide Web o algunos tratamientos para el cáncer", recalca Y advierte: "El problema es que, como no sabemos muy bien qué nos vamos a encontrar, no podemos hablar por el momento de aplicaciones más allá de un conocimiento y explicación del Universo".

Una vez solucionada la financiación de Los Siete Magníficos, habrá que ponerlos sobre el mapa, lo que "causará muchos dolores de cabeza a los Estados miembros que optan a albergarlos", según Marsollier.

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