domingo, 6 de julio de 2008

Hamilton se exhibe en una carrera loca y Alonso acaba sexto

Fuente: marca
Lewis Hamilton se impuso de manera incontestable en el Gran Premio de Gran Bretaña, disputado en el circuito de Silverstone, por delante de Nick Heidfeld y de Rubens Barrichello. Fue una carrera loca por culpa de la lluvia que Alonso concluyó en sexta posición.

Es la séptima victoria de Hamilton en la Fórmula 1, la tercera de la presente temporada, que le permite situarse líder del Mundial. El piloto de McLaren tiene los mismos puntos que Felipe Massa, protagonista de una actuación catastrófica, y Kimi Raikkonen, que acabó cuarto.

Barrichello vuelve al podio


Hamilton logró su séptimo triunfo en la Fórmula 1 con autoridad, reivindicándose tras varias semanas de críticas feroces ante sus últimos errores. El piloto británico protagonizó una excelente salida, pasando de la cuarta plaza de la parrilla a la segunda. Pero lo mejor estaba por venir. En la quinta vuelta superó a Kovalainen, que no opuso resistencia, y a partir de ahí dio lo mejor de sí mismo para alejarse de sus perseguidores. Su incuestionable calidad, sumada a la acertada estrategia del equipo McLaren, le permitió ganar con una ventaja escandalosa. Baste indicar que sólo Heidfeld y Barrichello se libraron de ser doblados.


No menos meritorio fue el tercer puesto de Rubinho, que realizó una remontada prodigiosa desde el decimosexto puesto de la parrilla gracias a la estrategia del equipo Honda, que le permitió rodar con neumáticos de lluvia extrema durante la fase en la que había más agua sobre el asfalto y alcanzar una ventaja definitiva. Es el primer podio del brasileño desde el Gran Premio de Estados Unidos de 2005, cuando era piloto de Ferrari.

Alonso no tuvo suerte


Todo lo contrario sucedió con Renault, que no tuvo suerte con la estrategia. Alonso completó una carrera sin errores en los 60 giros, pero dos entradas en boxes muy seguidas le pudieron privar de llegar hasta el podio. El equipo decidió no cambiarle los neumáticos, muy castigados, en la primera parada, ya que las previsiones decían que no iba a llover más. Se equivocaban. Nada más regresar a la pista cayó un diluvio y Fernando tuvo que retornar a los
boxes sólo siete vueltas después para cambiar las ruedas, esta vez sí, y cargar combustible. El español se entregó a fondo, pero afrontó las últimas vueltas casi sin gomas y no pudo aguantar los ataques de Raikkonen y Kovalainen, entrando en meta sexto.

Los finlandeses protagonizaron una carrera divertida, que les llevó a tocar el cielo en unas ocasiones y en otras a verse en el infierno. Tuvieron suerte, ya que se salvaron de abandonar pese a protagonizar varios trompos y concluyeron cuarto y quinto tras salvar la resistencia que ofreció Alonso en el tramo final de la carrera. Jarno Trulli y Kazuki Nakajima completaron las posiciones con derecho a puntos.

Massa hizo el ridículo

La cruz de la jornada fue, sin duda, para Felipe Massa, que llegó a Silverstone como líder en solitario y acabó decimotercero y último en una carrera en la que hizo cinco trompos. Menos suerte tuvieron Nelson Piquet, compañero de Alonso en Renault, y Robert Kubica, que se salieron de la pista cuando iban en posiciones destacadas y tuvieron que abandonar.

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