viernes, 9 de mayo de 2008

Retrocesión en discos duros

Fuente: kriptópolis

En diversas ocasiones hemos discutido en Kriptópolis sobre un dispositivo tan curioso como el disco duro, muy sensible quizás ante pequeñas (aunque continuadas) agresiones pero sorprendentemente resistente frente a impactos demoledores que a la fuerza deberían suponerse destructivos. Casi como la mente humana...

Hoy disponemos de la prueba definitiva acerca de lo difícil que puede resultar en ocasiones deshacerse de los datos. Supongamos que subimos nuestro disco a bordo de un transbordador espacial, que la nave sufre una brutal reentrada en la atmósfera y cae de nuevo a la tierra convertida en bolas de fuego. ¿Sobrevivirían a ese desastre los datos de nuestro disco?

Pues contra todo pronóstico ha sido posible recuperar el 90% de los datos contenidos en una unidad Seagate de 400 MB transportada por el transbordador Columbia, que resultó destruido en 2003 a los 90 segundos de su lanzamiento, pereciendo todos sus ocupantes...

Alan Watts definía en el prefacio de su obra "La sabiduría de la inseguridad" (1951) lo que él llamaba la "ley de la retrocesión": cuando intentas permanecer en la superficie del agua, te hundes; pero cuando tratas de sumergirte, flotas.

Lo mismo parece ocurrir con los discos duros. El día que no tienes copia de seguridad y su avería te supone una ruina, ese día se rompe y tus datos son irrecuperables. Pero basta que quieras destruirlo por completo para que cualquiera pueda recuperar tus datos sin despeinarse.


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