Es una cama de emergencia para cualquier circunstancia. Se llama Nappak y tiene el aspecto de una cama-cubículo hinchable. Un invento alemán pensado para hacer las delicias de los amantes de la buena siesta. Con ella podemos dormir tranquilos en el campo, la piscina, la playa o, incluso, en la misma oficina. Sólo hay que desenrollarla y esperar a que se hinche sola. Al instante, tenemos una cama de aire o un sofá, según la posición elegida.
El proyecto nació de la cabeza calenturienta de unos estudiantes alemanes de arquitectura y urbanismo, Boris Finkbeiner, Kathrin Feger, Doris Kollmann y Myon Kwon. Presentaron el invento como una solución orientada a la práctica del “powernapping” en las oficinas. Un término que se utiliza para definir unas siestas rápidas de 20 minutos que ayudan a reducir el estrés y aumentar la productividad del individuo. De ahí que cada vez más empresas se animen a dejar a sus empleados practicar este curioso deporte.
Y es que tumbao es como mejor se está, ya se sabe
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