Usando imágenes de satélites de alta resolución, un equipo de arqueólogos y astrónomos de la NASA ha sacado a la luz las ruinas de cinco ciudades mayas que habían estado ocultas en la selva de Guatemala durante más de un milenio.
Los mayas construían con piedra caliza y estuco. A medida que sus edificios abandonados se desintegran, los componentes químicos de las piedras se filtran en la tierra, impidiendo el crecimiento de algunas plantas y afectando a la química de otras que continúan creciendo. Desde una altura de 640 kilómetros sobre la superficie terrestre, satélites como el IKONOS permiten ver a través de las nubes y de la tupida selva para descubrir esas sutiles diferencias en la coloración de la vegetación y marcar así sobre el mapa la ubicación de ruinas mayas, la mayoría de ellas en zonas de la jungla prácticamente inaccesibles.
El arqueólogo William Saturno y sus compañeros de investigación en la NASA, Bill Irwin y Tom Sever, esperan que las imágenes satelitales también proporcionen nuevas pistas sobre las causas del colapso de la civilización maya, que desapareció súbitamente en torno al 900 después de Cristo. Los datos conocidos hasta ahora indican que la principal causa fue la destrucción de los bosques. Sin árboles, la erosión aumentó y disminuyó la capa fértil del suelo. Además, la deforestación provocó un aumento en 6 grados de la temperatura media, modificando también los patrones de lluvias. La información sobre el destino de los mayas, sostiene Sever, podría ayudar a las sociedades modernas a tomar mejores decisiones sin repetir “los errores del pasado”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario