Fuente: JM Nieves, en Neith, La Luna que nuca existió
Simulación numérica del IAP
Mil millones de años tiene el "trozo" de Universo de la imagen. Una porción que contiene cerca de 200.000 galaxias y que ha sido observada a conciencia por el Canada-France-Hawaii Telescope (CFHT). En azul, varias galaxias, hechas de materia "normal", la misma que hace posible la existencia del Sol, la Tierra y las estrellas que podemos ver en el cielo.
Pero lo interesante de esta simulación de ordenador son las zonas rojas, que representan la "materia oscura" que los científicos no pueden ver y cuya existencia se adivina solo gracias a sus enormes efectos gravitatorios. Unos efectos que aquí son visibles en las trayectorias, curvadas, de la luz que emiten las galaxias (líneas amarillas).
Los rayos luminosos, en su largo viaje espacial, sufren el efecto de la materia oscura circundante y se curvan debido a su "tirón" gravitatorio. Un dato muy importante y a tener en cuenta por los astrónomos, si quieren de verdad saber dónde están los objetos que pueden ver en el Universo.
Fuente: JM Nieves, en Neith, La Luna que nuca existió
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