Existen diversos tipos de gafas 3D en el mercado. Por un lado la típicas gafas de dos colores, conocidas como anaglíficas y por otro las gafas pasivas y activas. Las películas en 3D, como Avatar, que los espectadores han podido disfrutar en las salas se visualizan generalmente con gafas pasivas, mientras que la nueva televisión en 3D requiere de gafas activas. ¿Qué diferencias hay entre unas y otras?
Las primeras gafas para poder ver en 3D fueron las gafas anaglíficas, las típicas gafas con lentes de dos colores distintos. Esta diferencia en la coloración de las gafas sirve para filtrar de manera distinta los colores que reciben los ojos. Como explica un técnico de Sony durante la presentación de la televisión en 3D, "en realidad no tendrían porque ser siempre rojo y verde, pues lo verdaderamente importante es que los colores sean completamente opuestos dentro de la rueda cromática". De este modo, podría ser que una lente fuera color amarilla y la otra morada, o una azul y otra naranja.
Con la evolución de la tecnología y la mejora de la calidad de las imágenes tridimensionales ha llevado igualmente al desarrollo de nuevos sistemas de visualización. Es el caso de las gafas polarizadas. En el cine dos proyectores polarizan la luz desde un ángulo distinto para cada ojo, de modo que las gafas decodifican estas imágenes para proporcionar más calidad.
El problema es que este sistema no puede aplicarse a los televisores, pues el filtro incorporado en la parte frontal de la pantalla solo permite la reproducción de la mitad del contenido y el brillo. Además, como apuntan desde Panasonic, "otras de las desventajas de este formato es el limitado ángulo de visualización, ya que los usuarios deben mantener la cabeza erguida para evitar la fatiga visual que ocasionan el doble contorneo."
Gafas activas 3D
Es por ellos que los expertos e investigadores han tenido que recurrir a otras técnicas para hacer que el 3D llegue a los televisores convencionales. Las gafas activas son la solución. Este tipo de gafas incorpora un sensor infrarrojo que sincroniza las imágenes que se alternan en la pantalla de modo que el ojo izquierdo solo ve la perspectiva izquierda y el derecho la derecha. En realidad el sensor infrarrojo simplemente sincroniza la imagen que debe visualizarse para cada ojo, los verdaderos causante de la visualización o no de la imagen son los cristales LCD que contienen las gafas y el obturador activo que alterna rápidamente las imágenes en la pantalla. El parpadeo y cambio de imagen de uno a otro ojo se produce a tal velocidad que el cerebro no consigue darse cuenta del cambio y lo interpreta como una única imagen tridimensional.
El precio de esta tecnología de gafas activas todavía es muy alto. Cada unidad, según informó Sony, una de las marcas que más está apostando por esta tecnología, costará alrededor de 100 euros. Aun así, la marca también informó que en el lanzamiento dos gafas y un emisor costarán alrededor de 200 euros.