Fuente: f1live.com
Diez puntos para la Scuderia Ferrari Marlboro en el Gran Premio de Bélgica gracias a la quinta victoria de la temporada de Felipe Massa, que también es el séptimo triunfo del equipo esta temporada.
Kimi Raikkonen tuvo que retirarse en la vuelta 42 al acabar contra el muro tras hacer un trompo sobre una pista que estaba muy mojada. La de hoy ha sido la décima victoria de Massa y la 208 en la historia de la Scuderia Ferrari, que hoy ha cumplido su Gran Premio 771.
El piloto brasileño es ahora segundo en el Campeonato del Mundo de Pilotos con dos puntos menos que el líder, Lewis Hamilton, mientras que Kimi Raikkonen es tercero con 19 menos. Ferrari conserva el liderato de Constructores con diez puntos de ventaja sobre su más inmediato perseguidor.
Stefano Domenicali
“A menudo suele decirse que las carreras no se acaban hasta que no se publican los resultados oficiales, y ése ha sido el caso de hoy. Como es habitual, Ferrari no hará comentarios sobre la decisión de los comisarios. Después de la carrera, los comisarios nos han llamado y hemos dado nuestra opinión. Estamos muy decepcionados por Kimi, que ha hecho una gran carrera y se merecía la victoria, sobre todo después de pasarlo mal últimamente. Obviamente este resultado es muy importante para nuestras opciones en el Campeonato: ahora hemos de mantener la concentración y prepararnos de la mejor forma posible para las próximas carreras, comenzando por Monza, donde correremos ante nuestros aficionados. También necesitaremos su apoyo en este momento tan delicado de la temporada.”
Felipe Massa
“Ha sido una carrera muy extraña y la salida y la llegada han tenido lugar en condiciones difíciles. Después de la salida pensé que Eau Rouge estaría más mojada, así que fui más cauto. Kimi ha atacado y ha conseguido pasar. A partir de entonces me di cuenta de que sería difícil pasarles, aunque los tiempos de vuelta eran bastante parecidos. Intenté manejar la situación, sobretodo hacia el final. Cuando empezó a llover tenía un buen margen sobre mis más inmediatos perseguidores y preferí no correr riesgos, sobretodo por lo que estaba pasando delante. Hoy el coche no tenía una estabilidad perfecta. El sábado por la mañana redujimos la carga aerodinámica, como se suele hacer para la carrera aquí, pero las condiciones de hoy no favorecían esa opción. ¿Los neumáticos duros? Eran más lentos que los blandos y les faltaba adherencia, lo que hizo que la estabilidad del coche fuera poco consistente.”
domingo, 7 de septiembre de 2008
Nuevos tesoros rescatados en Alejandría
Fuente: muy interesante
De momento, los restos del mítico Faro de Alejandría no aparecen, pese a que el arqueólogo francés Jean-Yves Empereur afirma que los bloques sumergidos a los pies del actual fuerte de Quaitbey eran parte del mismo. Sin embargo, la ciudad egipcia sigue regalando tesoros gracias a la tenaz pesca que otro arqueólogo submarino, el también francés Franck Goddio, lleva a cabo en esta luminosa costa del Mediterráneo oriental.
En su última campaña, en mayo, ha rescatado 220 piezas de distintos tamaños y otras 500 que los buzos de su equipo han dejado en el mar bien señalizadas. La mayoría se encuentran sólo a 3 m de profundidad –9 m es el máximo de esta bahía que alojaba el antiguo Puerto Magno alejandrino–, pero “el agua es muy turbia porque hay muchos sedimentos y la visibilidad no supera los 50 cm”, explica Goddio. Los objetos reciben una primera “cura” –agua destilada para desalarlos– a bordo del barco de la misión, el Princess Duda, y luego son tratados por los restauradores Olivier Berger, experto en metales, o Catherine Grataloup –cerámica–, con diversos productos químicos según el material.
Sobre la cubierta toman el sol después de siglos de húmeda oscuridad –se hundieron tras los maremotos que arrasaron la ciudad en el s. VIII– una columna, un capitel y un sarcófago de la época romana. También han hallado la base de una estructura de 110 m de longitud por 56 de ancho. “Correspondía a un palacio ptolemaico de verano, quizá del s. III a. C., anterior a Cleopatra, aunque ella también lo usó. Está sobre la isla de Antirodos, hoy sumergida”, dice Goddio. Además, han descubierto dos templos, “uno dedicado a Heracles, pues ha aparecido un altorrelieve del semidiós en forma infantil, y otro a Poseidón, porque tenemos el dedo de una estatua de bronce que debe medir más de 4 m”; y también la cabeza de un sacerdote egipcio en granito negro. A esto hay que añadir que el equipo del arqueólogo francés ha cartografiado por primera vez con precisión el puerto de Alejandría combinando imágenes de satélite con prospecciones geofísicas. Parte del trabajo de Goddio se puede admirar hasta el 28 de septiembre en Madrid en la exposición Tesoros sumergidos de Egipto.
De momento, los restos del mítico Faro de Alejandría no aparecen, pese a que el arqueólogo francés Jean-Yves Empereur afirma que los bloques sumergidos a los pies del actual fuerte de Quaitbey eran parte del mismo. Sin embargo, la ciudad egipcia sigue regalando tesoros gracias a la tenaz pesca que otro arqueólogo submarino, el también francés Franck Goddio, lleva a cabo en esta luminosa costa del Mediterráneo oriental.
En su última campaña, en mayo, ha rescatado 220 piezas de distintos tamaños y otras 500 que los buzos de su equipo han dejado en el mar bien señalizadas. La mayoría se encuentran sólo a 3 m de profundidad –9 m es el máximo de esta bahía que alojaba el antiguo Puerto Magno alejandrino–, pero “el agua es muy turbia porque hay muchos sedimentos y la visibilidad no supera los 50 cm”, explica Goddio. Los objetos reciben una primera “cura” –agua destilada para desalarlos– a bordo del barco de la misión, el Princess Duda, y luego son tratados por los restauradores Olivier Berger, experto en metales, o Catherine Grataloup –cerámica–, con diversos productos químicos según el material.
Sobre la cubierta toman el sol después de siglos de húmeda oscuridad –se hundieron tras los maremotos que arrasaron la ciudad en el s. VIII– una columna, un capitel y un sarcófago de la época romana. También han hallado la base de una estructura de 110 m de longitud por 56 de ancho. “Correspondía a un palacio ptolemaico de verano, quizá del s. III a. C., anterior a Cleopatra, aunque ella también lo usó. Está sobre la isla de Antirodos, hoy sumergida”, dice Goddio. Además, han descubierto dos templos, “uno dedicado a Heracles, pues ha aparecido un altorrelieve del semidiós en forma infantil, y otro a Poseidón, porque tenemos el dedo de una estatua de bronce que debe medir más de 4 m”; y también la cabeza de un sacerdote egipcio en granito negro. A esto hay que añadir que el equipo del arqueólogo francés ha cartografiado por primera vez con precisión el puerto de Alejandría combinando imágenes de satélite con prospecciones geofísicas. Parte del trabajo de Goddio se puede admirar hasta el 28 de septiembre en Madrid en la exposición Tesoros sumergidos de Egipto.
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