Varias agencias gubernamentales se encuentran estudiando la situación, para evitar que se produzcan daños mayores, según ha reconocido el portavoz del Comité de Seguridad Nacional, que depende de la Casa Blanca, Gordon Johndroe.
El portavoz destacó, sin embargo, que cada año varios satélites se salen de su órbita y caen sin causar daños.
"Varias agencias del Gobierno están supervisando la situación", dijo Gordon Johndroe. "Numerosos satélites se han salido de la órbita y se han caído sin causar daños. Miramos posible opciones para mitigar cualquier daño que este satélite pudiera causar", añadió
Por el momento, se desconoce el tamaño del satélite, así como la fecha y el lugar donde podría impactar, si bien se cree que el choque ocurrirá a lo largo de febrero o marzo.
Al parecer, y aunque Johndroe no ha querido pronunciarse al respecto, lo más posible es que se lance un misil para destruirlo antes de que impacte contra la Tierra. Aún así, otro alto funcionario estadounidense, ha asegurado que esta opción es arriesgada ya que al eliminarlo con un misil, sus restos podrían impactar en la Tierra con graves consecuencias.
John Pike, director del grupo de investigación de defensa GlobalSecurity.org, estimó que la nave espacial tiene aproximadamente el tamaño de un pequeño autobús. Según Pike, el impacto del satélite sería 10 veces menos del que se podría producir por ejemplo con un transbordador.
Según fuentes gubernamentales, el satélite se utilizaba para captar imágenes de países conflictivos y asentamientos de grupos terroristas, incluyendo arsenales nucleares o campos de entrenamiento militar. Estos satélites también se pueden utilizar para observar los daños de un huracán o de un incendio.
El mayor reingreso de una nave que se ha producido, fue en 1979 con la nave espacial de la NASA Skylab, de 78 toneladas. Sus restos cayeron en el océano Índico sin causar ningún daño.
Fuente: elmundo.esURL: Un satélite espía podría chocar contra la Tierra