miércoles, 2 de junio de 2010
Descubren los primeros animales capaces de vivir sin oxígeno
Descubren los primeros animales capaces de vivir sin oxígeno
Desde que, hace casi 250 años, se determinó por primera vez que el oxígeno es un elemento imprescindible para la vida, ningún científico, en ninguna parte, había encontrado nunca un animal capaz de vivir sin él. Hasta ahora, que un equipo de científicos de Dinamarca e Italia ha localizado no uno, sino tres animales pluricelulares diferentes que son perfectamente capaces de vivir y reproducirse en sedimentos anóxicos (sin oxígeno) a 3.000 metros de profundidad bajo las aguas del Mediterráneo. Un descubrimiento que cambiará radicalmente lo que creíamos saber sobre los límites de la vida. El hallazgo se acaba de publicar en la edición online de Nature.
Hasta el momento, las únicas criaturas conocidas capaces de vivir en ambientes sin oxígeno eran los virus, las bacterias y algunos microorganismos unicelulares. Una 'verdad' que acaba de cambiar por completo gracias al trabajo de un grupo de biólogos daneses e italianos, que han encontrado tres especies de animales pluricelulares capaces de pasar toda su vida sin necesidad de oxígeno y en el fondo del Mediterráneo.
Roberto Danovaro, de la Universidad Politécnica de Marche en Ancona, y sus colegas, localizaron a las extraordinarias criaturas durante tres expediciones a las costas meridionales de Grecia. Las especies, que ni siquiera han recibido aún un nombre, pertenecen al filo de pequeños moradores de las profundidades marinas llamados loricíferos. Miden menos de un milímetro y viven a más de 3.000 metros de profundidad en sedimentos anóxicos de la cuenca Atalante, un lugar tan poco explorado que Danovaro compara el trabajo de su equipo al de 'ir a la Luna a recolectar rocas'.
A diferencia de las plantas, de los hongos y de todos los animales conocidos, las nuevas especies no utilizan mitocondrias, los orgánulos celulares que convierten el azúcar y el oxígeno en energía. En su lugar, estas extrañas criaturas disponen de otra clase de orgánulos que resultan parecidos a los hidrogenosomas, un componente celular que utilizan numerosos microbios para producir energía a partir de complicadas reacciones enzimáticas.
La forma en que estos animales evolucionaron y logran sobrevivir en un medio tan hostil sigue siendo un misterio. A partir de ahora se abre un largo camino de posibilidades y de trabajo ante los investigadores. Una cosa, sin embargo, es segura: nuestra comprensión sobre la vida y sus posibilidades jamás volverá a ser la misma.
Desde que, hace casi 250 años, se determinó por primera vez que el oxígeno es un elemento imprescindible para la vida, ningún científico, en ninguna parte, había encontrado nunca un animal capaz de vivir sin él. Hasta ahora, que un equipo de científicos de Dinamarca e Italia ha localizado no uno, sino tres animales pluricelulares diferentes que son perfectamente capaces de vivir y reproducirse en sedimentos anóxicos (sin oxígeno) a 3.000 metros de profundidad bajo las aguas del Mediterráneo. Un descubrimiento que cambiará radicalmente lo que creíamos saber sobre los límites de la vida. El hallazgo se acaba de publicar en la edición online de Nature.
Hasta el momento, las únicas criaturas conocidas capaces de vivir en ambientes sin oxígeno eran los virus, las bacterias y algunos microorganismos unicelulares. Una 'verdad' que acaba de cambiar por completo gracias al trabajo de un grupo de biólogos daneses e italianos, que han encontrado tres especies de animales pluricelulares capaces de pasar toda su vida sin necesidad de oxígeno y en el fondo del Mediterráneo.
Roberto Danovaro, de la Universidad Politécnica de Marche en Ancona, y sus colegas, localizaron a las extraordinarias criaturas durante tres expediciones a las costas meridionales de Grecia. Las especies, que ni siquiera han recibido aún un nombre, pertenecen al filo de pequeños moradores de las profundidades marinas llamados loricíferos. Miden menos de un milímetro y viven a más de 3.000 metros de profundidad en sedimentos anóxicos de la cuenca Atalante, un lugar tan poco explorado que Danovaro compara el trabajo de su equipo al de 'ir a la Luna a recolectar rocas'.
A diferencia de las plantas, de los hongos y de todos los animales conocidos, las nuevas especies no utilizan mitocondrias, los orgánulos celulares que convierten el azúcar y el oxígeno en energía. En su lugar, estas extrañas criaturas disponen de otra clase de orgánulos que resultan parecidos a los hidrogenosomas, un componente celular que utilizan numerosos microbios para producir energía a partir de complicadas reacciones enzimáticas.
La forma en que estos animales evolucionaron y logran sobrevivir en un medio tan hostil sigue siendo un misterio. A partir de ahora se abre un largo camino de posibilidades y de trabajo ante los investigadores. Una cosa, sin embargo, es segura: nuestra comprensión sobre la vida y sus posibilidades jamás volverá a ser la misma.
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