jueves, 7 de mayo de 2009
Nicole Kidman arremete contra Tom Cruise
La tranquilidad y discreción que suelen caracterizar a la actriz protagonista de 'Las horas', Nicole Kidman, han brillado por su ausencia en sus últimas declaraciones sobre su vida privada, algo totalmente atípico en ella. Pero lo que llama la atención no es que haya decidido hablar sobre su vida privada, sino que lo haya hecho arremetiendo contra su ex marido, el también actor Tom Cruise.
En concreto, la actriz ha atacado a su ex marido, alegando que cuando estaban juntos, el actor esperaba que ella fuera "vista, pero no escuchada". En esos términos se refirió a su posición junto al hombre que ocupó su corazón durante diez años, en lo que fue uno de los matrimonios más sólidos de Hollywood. Nada hacía sospechar que tras la idílica imagen que transmitían -de ahí la conmoción que causó su ruptura- se escondiera un sentimiento de inferioridad y de sumisión por parte de la actriz.
Según la información de la revista 'OK Magazine', recogida por otr/press, algo similar podría estar pasando con la actual esposa de Cruise, la actriz Katie Holmes, que desde que entró a formar parte de la vida del actor, sus declaraciones públicas han sido cada vez menos y más tenues. "Sentía que era una estrella sólo por asociación", aseguró Nicole. "Si íbamos a los Oscars, yo pensaba 'Estoy aquí para apoyarle'. Sentía que era mi trabajo ponerme un vestido bonito para que todo el mundo me viera, pero que nadie me escuchara", aseguró.
La pareja rompió hace ocho años, después de diez años de relación y dos niños adoptados en común. Cada uno rehizo su vida, Tom con Katie Holmes, y Nicole con su actual marido, Ketih Urban, de quien afirma es su "amor verdadero", y con el que ha tenido su primera hija biológica, Sunday Rose.
Estantería circular
Esta singular biblioteca diseñada por Olivier Peyricot, sin duda, merece mención. Tiene una ingeniosa forma circular, la biblioteca tiene 6 pies de diámetro y se ve algo así como un gran tumbona circular.
Esta rueda biblioteca se divide en pequeñas estanterías para almacenar los libros, mientras que el lector podrá relajarse en el interior del círculo. Todo en esta estantería es perfecto, salvo que usted tendrá que levantarse cada vez que necesite obtener un nuevo libro de la parte superior de los estantes. Esta obra de diseño cuesta 3.000 dólares.
“Kettle”, un coche a vapor que alcanza los 273 kilómetros por hora
Los británicos son unos señores con unas costumbres muy peculiares. Usan bombín, beben té con pastas a las cinco de la tarde y adoran los cacharros a vapor. No en vano, inventaron el tren de vapor. Lo último que se han propuesto en pleno siglo XXI es batir el récord de velocidad alcanzado por un coche a vapor. Detrás del proyecto se encuentra Charles Burnett III, un multimillonario que pretende superar los 205 kilómetros por hora que alcanzó en 1906 el norteamericano Fred Marriott a bordo del “Stanley Steamer”.
Estar en el siglo XXI no les impide usar una tecnología que data de la Revolución Industrial y de la que parecen sentirse especialmente orgullosos, quizás porque su principal impulsor fue el escocés James Watt. A principios de abril el vehículo, que aún no tiene nombre oficial pero que a nivel popular ha sido bautizado como “Kettle” (Tetera), efectuó una serie de pruebas en una pista de aterrizaje militar cerca de Chichester, al sur de Inglaterra.
Kettle ha tomado prestado parte del diseño original del Stanley Steamer, cuyo fabricante, Stanley Motor Carriage Company, cesó su actividad en 1924. Para la estructura se ha empleado fibra de carbono y el chasis de acero ha sido envuelto por rollos de aluminio. A pesar de que se ha intentado que resulte ligero, Kettle pesa la friolera de tres toneladas.
Para funcionar, gastará algo más de 50 litros de agua desmineralizada por minuto. El vapor resultante después de hervirla se inyectará en una turbina con una aceleración equivalente a dos veces la velocidad del sonido. Se espera que supere los 273 kilómetros por hora.
Será a principios de junio cuando el tercero de los Charles Burnett trate de batir el récord de principios del siglo XX. Lo hará en el desierto de Mojave, al sur de California. Hay que señalar que, a pesar de que no use petróleo, la enorme cantidad de agua que requiere el Kettle hace de él un vehículo poco ecológico. En ese sentido, coches como el Ecotricity Greenbird de Richard Jenkins son sin duda mejores.