Dubai, la ciudad más impresionante de los Emiratos Árabes y probablemente del Oriente Medio. El termómetro marca 44 grados centígrados. Desde el aeropuerto puede verse, desdibujado por una nube de polvo, un grupo de rascacielos que marcan el típico "downtown" de las ciudades occidentales. Sin embargo, destaca el perfil de una masa enorme, casi como una montaña muy esbelta, que se yergue muy por encima de las otras construcciones: el Burj Dubai.
El Burj Dubai (o Torre Dubai) es el edificio más alto del planeta, en todas su categorías. A pesar de no haberse culminado oficialmente, con sus 818 metros ha sobrepasado con creces a todas las estructuras que anteriormente ostentaban ese récord. Es también un motivo de orgullo para toda la región, ya que por primera vez desde 1313 (en que se construyó la catedral de Lincoln, Inglaterra), el título de la estructura más alta del mundo vuelve al Medio Oriente, como lo fue por miles de años gracias a las pirámides de Egipto.
Fue diseñada por Adrian Smith (arquitecto norteamericano quien junto a Gordon Hill mantiene una oficina especializada en grandes desarrollos urbanos) y la reconocida firma SOM (Skidmore, Owins & Merril), responsables entre otros poyectos, de la Torre Sears de Chicago (en su momento también la más alta del mundo). La construcción la viene ejecutando un consorcio liderado por la firma coreana Samsung Engineering and Construction, responsable de otros rascacielos como las Torres PETRONAS en Malasia o el Taipei 101, en Taiwán, también en su momento los edificios más altos del mundo. Su diseño interior estará a cargo de Gregorio Armani. Es decir, los promotores se han asegurado de reunir a renombradas firmas internacionales para su ejecución.
CONCEPCIÓN
El Burj Dubai es en realidad parte de un enorme complejo multi-uso, que incluye centros comerciales, viviendas, hoteles y centros de entretenimiento. De hecho, ya se ha completado el Dubai Mall (el centro comercial más grande del mundo), el Hotel Burj Dubai Lake y algunas otras torres de vivienda y oficinas. Además se contempla el desarrollo de 3 hectáreas de parques y el gran lago artificial, el cual también ha sido culminado.
El programa del Burj Dubai contendrá, además de oficinas, el Hotel Armani de 75 habitaciones, y por primera vez en este tipo de construcciones altas, se incluirá vivienda, con 144 departamentos de lujo ($40,000 el metro cuadrado) y otros 800 departamentos más "populares".
Al igual que las Torres Petronas, el diseño del Burj Dubai tomó en cuenta patrones islámicos para su concepción. Basado en motivos florales y geométricos, más específicamente en la flor Hymenocallis (curiosamente, una planta americana).
La torre estiliza tres "pétalos" en forma triangular unidos en el centro, pero en lugar de repetir esta planta idénticamente, el diseño se va retranqueando y rotando a manera de un zigurat espiral.
El esqueleto de concreto y acero se halla revestido por una piel de cristal, aluminio y acero, por lo que imaginé que el edificio requeriría excesivamente de aire acondicionado, debido a la mayor captación de calor que genera el uso de paredes de vidrio. Sin embargo, el vidrio tiene en realidad dos caras, la cara externa tiene un delgado recubrimiento de metal que refracta los rayos ultravioleta del sol y por ende previene el sobrecalentamiento al interior. Además la cara interior está recubierta por una fina capa de plata que protege al edificio de la radiación infrarroja de las arenas del desierto. En otras palabras, se permite el ingreso generoso de la luz, pero no del calor.
Además de las referencias islámicas, posible encontrar semejanza entre el Burj Dubai y el Mile High, el proyecto utópico de Frank Lloyd Wright que planteara en 1956 en Illinois. La enorme aguja en forma de trípode (al ser, según Wright, la estructura más estable) habría contado con ascensores atómicos y habría estado rodeada de parques y agua.
Pero una cosa es hacer un diseño vistoso y osado y otra muy diferente llevarla a cabo, y en este tipo de obras hay un paso muy grande y mucho sudor de por medio entre la utopía y la realidad.
Al ver de cerca esta monumental obra, no puedo sino admirar la extraordinaria capacidad de los ingenieros para calcular la extraordinaria y estructura y para diseñar nuevos métodos para planear su cimentación (la cual debió plantar cientos de pilotes de concreto armado para dar consistencia al suelo para sostener el enorme peso de la estructura sobre la inestable arena del desierto) y para llevar a cabo su ejecución de forma eficiente y rápida.
Pero también admiro a sus constructores, miles de trabajadores indios, pakistaníes, filipinos y de otras nacionalidades que han venido trabajando por turnos durante 24 horas al día, en extremas condiciones de calor (y muchas veces con salarios muy bajos), para ejecutar esta obra en tiempo récord (en algunos momentos se culminaba un piso cada 4 días).
Cientos de pilotes se hundieron en la arena hasta encontrar lecho duro, y así sostener uniformemente el enorme peso de la estructura.
Pero también admiro a sus constructores, miles de trabajadores indios, pakistaníes, filipinos y de otras nacionalidades que han venido trabajando por turnos durante 24 horas al día, en extremas condiciones de calor (y muchas veces con salarios muy bajos), para ejecutar esta obra en tiempo récord (en algunos momentos se culminaba un piso cada 4 días).
LA COMPETENCIA POR SER EL MÁS ALTO
Oficialmente, según el Consejo de Edificios Altos y Desarrollo Urbano, la altura del Burj Dubai no será registrada como nuevo récord hasta la culminación del edificio. Las estructuras más altas del mundo son:
- Estructura: Antena de KVLY-TV, Dakota del norte, EE.UU. 628.8 m (1963).
- Estructura auto portante: Torre CN, Toronto, Canadá. 553.3 m (1976)
- Edificio (desde el piso a la aguja): Torre Taipei 101, Taipei, Taiwán. 508.2 m (2003)
- Edificio (desde el piso a la antena): Torre Sears, Chicago, EE.UU. 527 m (1973)
- Edificio con más pisos: Torre Sears, Chicago, EE.UU - 83
Todos estos récords han quedado largamente sobrepasados en la realidad (lo harán oficialmente en Setiembre del 2009, el 09/09/09) por la Torre Dubai, con sus 818 m y 160 pisos. A ellos se suman los 53 ascensores, que serán los más rápidos del mundo, a 35 km/h.
CRÍTICA
Al ver al Burj Dubai, no pude evitar pensar en la famosa Torre de Babel. El relato de la Torre de Babel (Génesis 11, 1-9), además de ilustrarnos sobre las técnicas constructivas en los zigurats de la antigua Babilonia (ladrillo cocido y brea), denota dos aspectos fundamentales: 1) Siempre han habido hombres interesados en construir lo más alto que se pueda. 2) Siempre han habido críticos detractores a la idea (el autor bíblico entre ellos).
Es la estructura más alta que hemos sido capaces de construir como especie humana, pero ¿es motivo de celebración o de crítica? ¿O de ambos?
Por un lado hay quienes están a favor de la creación de ciudades verticales, ya que permiten concentrar servicios e infraestructura, a la vez que sacarle el máximo provecho al terreno. Si sus 33 hectáreas de área construida se dispusieran en edificaciones de baja densidad, darían lugar a una pequeña ciudad a la que habría que añadirle pistas, iluminación, redes de agua y desagüe, transporte, lo cual sería poco sustentable y eficiente.
Por otro lado, hay quienes encuentran contraproducente el enorme sobre osto que implica hacer una de estas estructuras sólo por la soberbia de acumular superlativos y récords, ya que al llevar al extremo las propiedades de los materiales hay que invertir en nuevos métodos que los hagan resistir. Por ejemplo, el concreto tuvo que ser vaciado de noche y tuvo que añadírsele hielo para demorar su fragua, debido a las extramas temperaturas. Tecnología especial tuvo que ser diseñada para vaciar el concreto a semejante altura, etc.
Además una concentración permanente de tanta gente en un solo lugar (cerca de 35,000) ofrece un factor de riesgo enorme.
A eso se añade la posición más filosófica de Rem Koolhaas, en el sentido de que el rascacielos ha fracasado en su intento de crear un lugar (Koolhas, a quien en un momento se le diseñar el edificio más alto del mundo en Pekín, optó por hacer un edificio único, su Torre CCTV).
Además una concentración permanente de tanta gente en un solo lugar (cerca de 35,000) ofrece un factor de riesgo enorme.
A eso se añade la posición más filosófica de Rem Koolhaas, en el sentido de que el rascacielos ha fracasado en su intento de crear un lugar (Koolhas, a quien en un momento se le diseñar el edificio más alto del mundo en Pekín, optó por hacer un edificio único, su Torre CCTV).
Estas críticas encuentran eco en las propuestas de hacer otra torre más alta aún en Dubai, la llamada Al-Burj, y que alcanzaría los 1.2 km de alto, un proyecto que, gracias a la crisis económica mundial, ha sido cancelado. Es que parece absurdo que una misma ciudad invierta en tener dos torres gigantescas, algo que recuerda a la competencia entre el edificio Chrysler y el Empire State en Nueva York en los años 30s.
Aún así, imagino que las celebraciones serán grandes al ser terminado el Burj Dubai en Setiembre. Ya que aún no se ha culminado, no podré contarles qué se siente mirar desde arriba del mundo (imagino que no mucho, lamentablemente... el polvo del desierto condena a Dubai a una escasa visibilidad). Pero sí puedo contarles qué se mira desde abajo, desde el lago artificial: el más grande espectáculo de fuentes musicales del mundo, cuyos chorros llegan hasta 150 m de altura. He preparado un video a continuación (presionar aquí si no puede ver el video).