de El Blog - Tecnología y Comunicaciones - Jose Manuel Nieves
El lugar es Pakistán, y la "culpa" de que esta impactante imagen sea posible es de las inundaciones sufridas por ese país, entre las mayores de todo el mundo. En efecto, las mismas aguas que han desestabilizado durante meses la vida de veinte millones de personas han afectado, también, a la población de arácnidos de la región.
Con más de una quinta parte del país literalmente bajo el agua, millones de arañas han encontrado su propia forma de sobrevivir: subir a los árboles para evitar ahogarse. Y dado que las aguas llevan ya seis meses cubriéndolo todo, esos refugios naturales han pasado de temporales a permanentes, y han empezado a convertirse en enormes y fantasmagóricos capullos de seda, hechos a base de las telas de un número incontable de arañas.
Un panorama extraño e inquietante que recuerda los paisajes alienígenas de más de una película de ciencia ficción. Toda la vegetación de esa desafortunada región, desde los arbustos a los árboles más altos, está sufriendo la misma suerte de los que vemos en la imagen, publicada por la revista Wired.
Sin embargo, y a pesar de las nefastas consecuencias para los árboles, este extraño fenómeno está teniendo por lo menos una consecuencia positiva. Expertos británicos del Departamento para el Desarrollo Internacional destinados en Pakistán han informado, en efecto, de que en las zonas donde las las arañas han subido a los árboles se ven muchos menos mosquitos portadores de malaria de los que serían de esperar en aguas estancadas.
No hay mal que por bien no venga...
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