El fabricante de tarjetas gráficas Nvidia ha creado un interesante kit estereoscópico llamado Nvidia Geforce 3D Vision que permite disfrutar de los juegos 3D en tres dimensiones reales. Se trata de unas gafas que, en conjunción con un emisor y el software adecuado, permiten ver los objetos tridimensionales en distintas profundidades de campo, dando así la sensación de que se salen de la pantalla. El kit necesita de una tarjeta gráfica Geforce 8800GT o superior y de un monitor 3DReady capaz de alcanzar los 120 hertzios. También valen algunos televisores HD 1080p y proyectores que corran también a 120 Hz. Aparte de juegos, el sistema también es compatible con películas adaptadas al modo en tres dimensiones.
El secreto de todo el sistema es el renderizado. El software 3D Vision renderiza las imágenes dos veces, una para el ojo izquierdo y otra para el derecho. Después, el monitor 3DReady emite las imágenes pares e impares de forma simultánea. La función de las gafas es sincronizarse con este ritmo y bloquear los fotogramas pares e impares para que cada ojo los perciba alternativamente. Esta es la razón de que se necesiten 120 hertzios, porque la información que le llega al jugador es la mitad para cada ojo, o sea, los 60 hertzios de toda la vida.
Todo esto puede parecer farragoso pero el efecto final es como si el monitor se convirtiera en una caja en la que los objetos del juego están dispuestos en distintas líneas del horizonte. Algo parecido a uno de esos libros que, cuando se abren, muestran recortables en distintas zonas.
En tuexperto.com hemos tenido el placer de probar el sistema Nvidia Geforce 3D Vision con el videojuego World of Warcraft. Wrath of the lich king. La sensación es que el paisaje está al fondo de la “caja”. Los árboles u otros objetos aparecen más cerca en distintos planos y el personaje del juego aparece en primer plano. Por último, los menús del juego se ven delante de todo y el hecho de que parezcan flotar en el aire no obstaculiza su manejo.
Si apartamos la mirada de la pantalla, las gafas 3D no dificultan para nada la visión. Simplemente es como si lleváramos gafas de sol. Cualquiera que no lleve las gafas, sin embargo, verá los elementos de la pantalla borrosos y dobles.
Las gafas pesan sólo 50 gramos y no son incómodas. En su interior llevan una batería que se carga por USB y dura 40 horas de juego. El emisor, aparte de para enviar la señal a las gafas, dispone de controles para regular la profundidad de campo o desactivar el sistema 3D y volver al “mundo real”. El sistema cuesta 199 dólares (150 euros al cambio), tarjeta gráfica y monitor no incluidos. En la web de Nvidia se puede consultar la lista de los juegos y películas compatibles con el sistema (que son bastantes) y hacer un test que informa si nuestro PC es compatible con el sistema o hace falta rascarse el bolsillo para disfrutarlo.