Este buggy es producto de la imaginación de un joven diseñador valenciano, que ha querido plasmar su idea de coche “playero”, divertido, con estilo antiguo (digamos “clásico-arenero”) y ecológico: llevaría motor eléctrico. Está diseñado a partir de plataforma del Volkswagen Up!, un prototipo de coche urbano con motor trasero, que ha ido evolucionando hacia el Space Up!, y del que derivará el futuro Lupo. En una época en la que la industria automotriz reduce costes a partir de compartir motores, chasis y módulos (el caso del Citroën C1/Toyota Aygo/Peugeot 107 es –creo– el mejor ejemplo), resulta muy sensato coger como base del proyecto un coche con posibilidades reales de llegar a la línea de montaje. Este enfoque económico muchas veces es olvidado por algunos diseñadores, presos en su idealismo creativo.
No está de más aclarar que –en este caso– no se trata de un prototipo de Seat; pero tampoco está de más mencionar, que la de Martorell es una empresa que promueve esta actividad dando apoyo logístico y formativo a alumnos interesados en el diseño de la automoción, a través de convenios con Escuelas de Diseño. Ignoro el porcentaje de utilización final de esas ideas. Por lo pronto, en este caso habría que buscar otra denominación, ya que nombre “Duna” fue utilizado por Fiat Argentina en los ochenta.
Para terminar, sólo mencionar que se trata de un concepto completo, pero con algunos detalles “marinos” que –aquí sí– serían algo más complicados de llevar a la práctica. Por ejemplo, llevaría el salpicadero de cedro laminado, reminiscencia de planchas de surf añejas, y colores brillantes, para darle un toque extravertido.