Onymacris unguicularis es el nombre científico de un escarabajo negro del desierto de Namibia (África), perteneciente a la familia de los tenebriónidos, muy admirado por científicos e ingenieros por su sofisticado mecanismo para mantenerse hidratado en su árido hábitat.
No es para menos. Cuando sopla el viento, este animal se sube a lo alto de una duna y se coloca de cara al viento para recoger la humedad de la niebla matutina. En su espalda cuenta con protuberancias hidrófilas que atrapan la bruma condensándola en gotas más grandes que, cuando alcanzan suficiente tamaño, resbalan por unos canales cubiertos de cera e hidrófobos que conducen el agua directamente hasta su boca. Este mecanismo ha sido imitado por la empresa británica QinetiQ y los ingenieros del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), que han logrado desarrollar nuevos materiales que permitirían recolectar agua en zonas áridas.