La sonda Messenger comenzó a transmitir a la Tierra las fotografías de su primera aproximación a Mercurio, las cuales revelan con detalle la agreste superficie del planeta más cercano al Sol en el sistema solar.
La nave espacial llegó a su punto de mayor aproximación al planeta el lunes pasado y su Sistema Dual de Imágenes fotografió una zona llena de cráteres iluminada tangencialmente por el Sol.
Esa misma región había sido captada por las cámaras de la sonda Mariner 10 hace más de tres décadas y el mayor de los cráteres fue bautizado con el nombre de Vivaldi, en homenaje al compositor italiano Antonio Vivaldi.
Este cráter, captado desde una distancia de unos 18.000 kilómetros, tiene un diámetro de alrededor de 200 kilómetros.
Un comunicado del Laboratorio de Ciencias Aplicadas, encargado de la investigación científica de Messenger, indicó que está procesando otras imágenes captadas desde más cerca y ellas revelan las características de un sector de Mercurio no explorado por la sonda Mariner 10.
"Está claro que la calidad superior de las cámaras de Messenger nos darán mucho más información, incluso del sector de Mercurio captado por laMariner 10 a mediados de la década de 1970", señaló el comunicado.
El punto de mayor aproximación de Messenger ocurrió el lunes a las 14.04 hora local (19.04 GMT), momentos en que la nave pasó a unos 200 kilómetros de la superficie en una trayectoria que es crucial para mantener el impulso que la llevará a una órbita permanente en torno a Mercurio a partir de 2011.
Mediciones del planeta
Además de captar los primeros planos del planeta y transmitir las imágenes a la Tierra, la sonda realizará mediciones del planeta, que serán vitales para cuando comience su ingreso en órbita.
En lo que la NASA ha calificado como una nueva misión para aclarar muchos misterios sobre la creación del sistema solar, los instrumentos de Messenger tienen otros objetivos, además de transmitir fotografías del planeta.
Según el Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins, la sonda también analizará la composición mineral de la superficie de Mercurio.
También determinará la estructura del campo magnético de Mercurio y medirá su estructura gravitatoria, incluyendo la de su núcleo.
Los espectrómetros infrarrojos y ultravioleta medirán la refracción de la superficie, lo que permitirá establecer los principales componentes minerales de Mercurio.
Por su parte, el espectrómetro neutrónico y de rayos X proporcionará información sobre la composición más elemental del planeta, indicó el Laboratorio de Física Aplicada.
Lanzada desde el Centro Espacial Kennedy el 3 de agosto de 2004, Messenger (Mercury Surface, Space Environment, Geochemistry and Ranging) se encuentra sólo en la mitad de su larga y sinuosa trayectoria, en la que ha recorrido más de 7.900 millones de kilómetros en una trayectoria que incluye quince giros en torno al sol, una aproximación a la Tierra, dos a Venus y tres alrededor de Mercurio.
Tras alejarse en una órbita elíptica en torno a Mercurio luego de su primera aproximación, Messenger volverá al planeta en octubre de este año y después en septiembre de 2009.
Fuente: ADN