Fuente: 20minutos.es La del instituto de Wray, una pequeña localidad al norte de Inglaterra, será una fiesta largamente recordada. Dos adolescentes se las ingeniaron para conseguir permisos para utilizar las instalaciones públicas y falsificaron las firmas de adultos para que los profesores pensaran que la celebración transcurriría bajo supervisión, pero no fue así: unos doscientos menores arrasaron las instalaciones después de consumir grandes cantidades de alcohol y droga.
El resultado final fue, según los profesores, una orgía multitudinaria. De hecho, ya han advertido a los padres por carta: es más que probable que se den una gran cantidad de contagios de enfermedades sexuales, así como embarazos no deseados entre las asistentes, chicas de entre 14 y 16 años de edad. La medida tomada: repartir píldoras abortivas.
Los asistentes tenían entre 14 y 16 años
La carta que ha remitido el centro escolar a los padres es meridianamente clara: los jóvenes consumieron "cantidades de alcohol considerables (...) estaban demasiado borrachos como para tener control de ellos mismos. El riesgo es real, asuman lo peor".
El riesgo es real, asuman lo peor
El dueño de George & The Dragon, un pub de la zona, contó que los jóvenes le amenazaron cuando se negó a servirles alcohol y tabaco. A la mañana siguiente encontró grandes cantidades de orina en las paredes de su local.
Pero las instalaciones donde se llevó a cabo la fiesta no corrieron mejor suerte: mobiliario destrozado, restos de bebida y drogas ilegales, material roto, suciedad por todas partes...
Intentaron volcar una ambulancia
Fue tal el desenfreno que, cuando acudió una ambulancia al lugar para atender a un joven, lo primero que vieron sus ocupantes fue a un grupo de jóvenes desnudándose en plena calle. Al intentar abandonar el lugar, otro grupo de asistentes intentó volcar el vehículo, que trasladaba a un menor en estado de shock tras haber consumido grandes cantidades de droga.
Pero, según el Daily Mail, no es la primera vez que los alumnos de la Queen Elizabeth School causan estragos de este tipo: en diciembre de 2006 una fiesta similar acabó con decenas de menores borrachos, grandes daños materiales y similares escenas de sexo entre menores.