Como algunos quizás sabréis, esta temporada 2008 es la primera en que Microsoft y McLaren Electronic Systems son proveedores oficiales de las unidades electrónicas de control (ECU) que gobiernan los motores de la Fórmula 1. No en vano ambas empresas ganaron en 2006 el contrato ofrecido por la FIA para nombrar un proveedor oficial de las ECUs y el software asociado de cara a las temporadas 2008, 2009 y 2010.Esta situación se ve reflejada en el nuevo reglamento de la FIA, en los siguientes términos (que a mí me recuerdan ciertas EULAs): Reglamento Técnico, artículo 8.2: 8.2 Control de la electrónica: 8.2.1. Todos los componentes del motor y caja de cambios, incluyendo el embrague, diferencial y todas las piezas asociadas deben ser controladas por una Unidad de Control Electrónico (ECU), que ha sido fabricada por un proveedor designado por la FIA y con una especificación determinada por la FIA. El ECU sólo se podrá utilizar con software aprobado por la FIA y sólo podrá ser conectado al sistema de control de red, cuyo cableado, sensores y componentes están especificados por la FIA. Estas unidades de control reciben entre 100 y 500 KB de datos por segundo a partir de los más de 100 sensores ubicados en cada coche, que son además emitidos en tiempo real a los boxes de cada equipo para su análisis detallado, en el que se utilizan Windows Vista, SQL Server y Office 2007 entre otros.
Aunque no falta ya quien recurre al chiste fácil, no seré yo quien maliciosamente asocie la nueva ECU al llamativo hecho de que sólo 7 coches finalizaran el reciente Gran Premio de Australia, convirtiendo la primera carrera de la temporada (y por tanto primera también de la nueva ECU McLaren-Microsoft) en una de las más accidentadas de los últimos años. Por mi parte me conformaré con remitirme los comentarios de los expertos, que apuntan a que la nueva ECU es un 35% más pesada que la anterior, dispone de la cuarta parte de memoria (puesto que desecha el control de tracción y el EBS) y supone un coste de hasta 0.4 segundos por vuelta. Incluso Marc Gené, piloto probador de Ferrari, emite un comentario al respecto en su blog, poco después de finalizada la carrera: También me ha sorprendido el exceso de problemas mecánicos, sobre todo porque no ha habido cambios en lo que a la mecánica respecta. Lo distinto ha sido la electrónica. La nueva centralita (ECU) ha dado dolores de cabeza a todos los equipos menos a McLaren, habituada a convivir con ella estos años. El resto de las escuderías tendrán que adaptarse rápido para estar al nivel.
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