La fotosíntesis artificial puede contribuir de una forma decisiva, a resolver los problemas energéticos y con respecto al cambio climático. En este caso, los científicos alemanes del Research Centre Jülich, están intentando descubrir una forma eficiente de producir hidrógeno con la ayuda de la energía solar.
Muchos creen que el hidrógeno es el combustible del futuro. La industria automotriz, por ejemplo, está trabajando duro en introducir células de combustible eficientes que puedan ser utilizadas en coches, como el caso de los japoneses, u otros.
Pero el tema es que los sistemas con células de combustible pueden ser ecológicos realmente si los investigadores logran producir hidrógeno a partir de fuentes renovables. La fotosíntesis artificial es una forma, ya que esta consiste en dividir el agua en sus componentes, el oxígeno por un lado y el hidrógeno por el otro. Esto con la ayuda de la luz solar. Sin duda sería una forma excelente de resolver el tema del hidrógeno.
Pero no es un logro sencillo. Ya vimos aquí otros casos en que están probando, incluso se han logrado paneles solares que simulan una parte de la fotosíntesis. Pero siguen habiendo muchos obstáculos. Uno de los más importantes es superar la formación agresiva de sustancias en el proceso de oxidación del agua. Las plantas lo resuelven reparando y reemplazando de forma constante su catalizador verde, o sea las hojas.
Una imitación técnica de esto depende de catalizadores más estables. Eso es lo que han logrado científicos del Research Centre Jülich, la Helmholtz Association y la Universidad Emory de Estados Unidos. Se trata de un grupo de óxidos de metal inorgánico con un centro que consiste de cuatro iones de un raro metal de transición el rutenio, que cataliza de forma rápida y efectiva la oxidación del agua en oxígeno mientras permanece estable.
“Nuetro complejo tetrarutenio soluble en agua muestra sus efectos en soluciones acuosas que ya tienen temperatura ambiente”, dijo el profesor Paul Kögerler, del Jülich Institute, quien sintetizó y caracterizó al prometedor sistema con su colega el Dr. Bogdan Botar.
“Al contrario de otros catalizadores moleculares para la oxidación del agua, el nuestro no contiene componentes orgánicos. Esa es la razón de que sea tan estable”, dijeron.
“Ahora el reto es integrar este complejo de rutenio en un sistema fotoactivo, que convierta de forma eficiente la enegía solar en energía química”, concluyó Botar.
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