Con tantos colores y luces parece una versión futurista del juguete Simon, pero damos fe de que realmente se trata de un reproductor musical de discos compactos. Es el modelo CD-T3000 Pro de la compañía china Shanling. Y aunque proceda del país de las imitaciones, de donde vienen la consola PolyStation o los teléfonos móviles marca Suny Ericssun, ni mucho menos es un artículo asequible. Esta especie de OVNI sonoro cuesta unos ¡12.000 dólares de aupa! El equivalente a 7.700 euros aproximadamente en nuestro país.
¿Y qué tiene este aparato para que cueste tan caro? Pues aparte de su aspecto de juguete de tómbola, el chisme lleva cuatro válvulas de amplificación y viene con dos controles remotos. Las patas están chapadas en oro, mientras que el resto está fabricado en una aleación de aluminio. Su peso es superior a los 11 kilogramos, lo que sin duda viene muy bien para inflar el precio de cara al cliente. Ya conocemos esa norma no escrita: si pesa mucho, entonces tiene que ser caro.
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