A la colonoscopia tradicional y a la virtual, se suma una tercera opción: la cápsula endoscópica. Se trata de una minicámara, de 11 mm por 31 mm, que el paciente ingiere y que, durante seis o siete horas, fotografiará el interior del colon en busca de posibles trastornos.
Estas cápsulas, que tienen su origen en el espionaje, se emplean desde el año 2000 para visualizar el intestino delgado. Y también se han usado para recorrer el esófago.
Su aplicación en el caso del colon es la más nueva. Se remonta al año 2006 y, en España, lleva utilizándose poco tiempo. El Hospital Madrid Norte Sanchinarro es uno de los pocos centros médicos españoles que, desde hace dos meses, ya emplean esta técnica...
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