Fuente: kriptopolis
Sergio Sanfulgencio Tomé, abogado de Cuatrecasas, en Expansion: La instalación de sistemas de videovigilancia es cada vez una práctica más extendida. A finales de 2007, el director de la Agencia Española de Protección de Datos hablaba de un "desarrollo imparable" de la videovigilancia en el ámbito privado; un desarrollo que se traduce en las siguientes cifras: 3.500 sistemas comunicados a la Agencia y casi 200 inspecciones fruto de denuncias. (...) se dan casos en los que tales empresas centralizan el sistema de videovigilancia con la antena colectiva de la comunidad.
Esto significa que cualquier vecino puede ver, desde su propio televisor, las imágenes que están captando las videocámaras en tiempo real, lo que convierte a cada residente del inmueble en una suerte de gran hermano que puede observar a todos los vecinos, controlar sus idas y venidas, e incluso guardar esas imágenes a través de su propio aparato de videograbación.
En Londres, una de las ciudades más videovigiladas del mundo, ya se han publicado estudios que demuestran la nulidad de estos "ojos públicos" a la hora de combatir el terrorismo y la delincuencia, pero los españoles podemos rápidamente encontrarles "usos no previstos"... e ilegales.
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