El concepto consiste en aprovechar las construcciones ya existentes en la ciudad colocando a su alrededor estas altísimas torres. Se componen de distintos módulos acoplados uno sobre otro, lo que facilitaría tanto su colocación como su producción en masa. Cada uno de estos bloques desempeñaría una función específica, desde habilitar zonas verde en el corazón de la ciudad hasta proporcionar energía a través de unas turbinas de aire.
Con ello, Park pretende expandir el espacio vital de los rascacielos, además de mejorar su comunicación a través de puentes, pasillos y puertos. La naturaleza biomórfica de Symbiotic Interlock ofrece un aspecto orgánico (parecen sacados de la peli El planeta de los simios) que contrasta con la frialdad y la sobriedad de los edificios neoyorquinos, pero que de igual modo resulta funcional para los ciudadanos.
Aunque no consiguió batir a sus competidores en el concurso, su original concepción debería ser tenida en cuenta. En lugar de seguir construyendo viviendas a lo largo de toda la superficie terrestre, una buena opción sería la de optimizar el espacio urbano ya existente. Ya no sería necesario levantar torres extremadamente altas para hacer frente a los problemas de superpoblación. ¡Todo un alivio para los sufridos obreros!
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