De Jose Manuel Nieves, en Tecnología)
Más de 225.000 km recorridos sin conductor. Coches autónomos cubriendo, sin intervención humana, la distancia entre Mountain View y Santa Mónica; paseando por Hollywood Boulevard, cruzando sin ayuda el Golden Gate de San Francisco, o devorando kilómetros por las autopistas norteamericanas de la Costa del Pacífico. Se trata, cómo no, de otro invento de Google. El gigante mundial de internet (y de otro buen puñado de cosas) acaba de anunciar su nueva revolución: el desarrollo de una tecnología para que los coches se conduzcan solos, sin ayuda humana. Los detalles se publican en el blog oficial de la compañía.
Y lo mejor es que el nuevo sistema no solo está sobre el papel o en pruebas de laboratorio, sino que ha llegado ya a las calles y, sin llamar demasiado la atención, ha demostrado ser capaz de funcionar tanto en medio del tráfico de algunas populosas ciudades norteamericanas como por su congestionada red de autopistas. Según el citado blog, serían ya más de 225.000 los km recorridos con coches que no conducía ningún ser humano.
"Larry (Page) y Sergey (Brin) - explica en el Blog de Google el ingeniero de software y profesor de la Universidad de Stanford Sebastian Thrun- fundaron Google porque querían ayudar a resolver problemas realmente grandes usando la tecnología. Y uno de los grandes problemas en los que trabajamos actualmente es la seguridad y la eficacia de los automóviles. Nuestro objetivo es ayudar a prevenir los accidentes de tráfico, ahorrar tiempo a la gente y reducir las emisiones de carbono cambiando la forma de utilizar los coches".
Los vehículos automáticos creados por Google utilizan videocámaras, sensores de radar y tecnología láser para "ver" el tráfico de alrededor, así como detallados mapas de navegación, elaborados por especialistas de la compañía a base de recorrer las calles con vehículos convencionales.
"Para desarrollar esta tecnología -explica Thrun- reunimos a algunos de los mejores ingenieros del Desafío DARPA (DARPA es la Agencia de Investigación de Proyectos Avanzados de Defensa de los Estados Unidos), que se basa en una serie de carreras de coches autónomos organizadas por el Gobierno norteamericano".
El "comportamiento" general de los vehículos (para sus pruebas, Google ha utilizado una flotilla de Toyota Prius) también puede variar. Basta con seleccionar, y cargar, el programa de conducción más adecuado para cada uno: un software "tranquilo" para los más flemáticos, uno más "agresivo" para los que siempre tienen prisa y quieren salir los primeros de un semáforo.
Para Thrun, "la seguridad ha sido nuestra principal prioridad en este proyecto". Por supuesto, durante las largas pruebas realizadas con tráfico real, a bordo de los coches había técnicos especialmente entrenados y que habrían podido, en caso necesario, asumir fácilmente el control manual de los vehículos. Google también informó a la policía local del trabajo que estaban realizando.
"Según la Organización Mundial de la Salud - escribe el ingeniero en el blog de Google- más de 1,2 millones de vidas se pierden cada año en accidentes de tráfico. Creemos que nuestra tecnología tiene el potencial de reducir esas cifras, quizá hasta más de la mitad. También confiamos en que los coches autónomos transformarán la manera de compartir los vehículos, reducirán el uso de los automóviles y ayudarán a crear las autopistas del mañana".
Faltan aún muchos años para que los coches autónomos puedan fabricarse a gran escala, pero ningún reto es demasiado grande para los ingenieros de la compañía que más ha cambiado el mundo durante la última década. De hecho, según ellos, esta nueva "revolución tecnológica" podría transformar nuestra sociedad almenos tan profundamente como lo ha hecho la propia internet.
Y es que los coches autónomos reaccionan mucho más ràpido que los conductores humanos, su visión es de 360 grados, no se distraen, no se duermen, no se emborrachan ni se intoxican...
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