Fuente: José Manuel Nieves, en El Blog
Hace alrededor de 250 millones de años, se produjo uno de los mayores episodios de extinción masiva que ha conocido la Tierra. A finales del Pérmico, en efecto, más del 80 por ciento de todas las especies marinas sucumbieron sin dejar rastro. Los supervivientes, diezmados en número, tardaron mucho tiempo (incluso millones de años) en recuperarse, aunque hubo un curioso y resistente grupo de criaturas que consiguió reponerse sorprendentemente rápido. Ahora, un equipo de científicos de Francia y Suiza ha logrado determinar que los amonites, tras la extinción, reaparecieron en sus ecosistemas habituales entre diez y treinta veces más ràpido de lo que se creía, un hecho que pone en tela de juicio las actuales teorías sobre evolución de especies.
Los investigadores, del Centro Nacional de Investigación Científica de Francia (CNRS), han determinado que los amonites apenas si necesitaron un millón de años para diversificarse en un número de especies igual o incluso superior al que había antes de la gran extinción, mientras que otros organismos marinos tardaron hasta cinco veces más en recuperar su antiguo esplendor.
Para llegar a estas conclusiones, los científicos, que publican su hallazgo esta semana en Science, analizaron la diversidad marina (en base a fósiles) desde varios millones de años antes a varios millones de años después de la extinción del Pérmico. Y sus resultados indican que los amonites se diversificaron de una manera "explosiva", hasta el punto de convertirse en uno de los grupos con mayor diversidad de especies de todo el planeta al principio del Triásico.
Otros grupos de organismos marinos, entre ellos los gasterópodos, no se recuperaron tan rápidamente tras el periodo de extinción. Y cuando por fin lo hicieron fue en un proceso largo y lento. Hasta ahora, la Ciencia estimaba que se necesitaron entre diez y treinta millones de años para que la biosfera recuperara un nivel de biodiversidad "similar al precedente".
En su estudio, Charles Marshall y David Jacobs explican cómo nuestro planeta, a lo largo de su historia, ha sufrido toda una serie de episodios de extinción, "breves periodos de tiempo en los que se dio una fuerte disminución de la biodiversidad". Pero los amonites, que vivieron durante la que seguramente fue la peor de todas ellas, lograron recuperarse extraordinariamente rápido.
Los investigadores recopilaron fósiles de la especie durante siete años y analizaron las bases existentes para determinar el ritmo de su reaparición. En total, reunieron 860 tipos de moluscos repartidos en 77 regiones del mundo y los clasificaron en 25 intervalos de tiempo desde el final del Carbonífero al final del Trias, en total un periodo que abarca cien millones de años. En la imagen superior, tomada en un yacimiento del sur de China, se aprecian sedimentos que corresponden a un millón de años después de la extinción. Y en ellos aparecen hasta treinta géneros diferentes de amonites.
Está muy claro que algo de lo que creíamos saber hasta ahora sobre estas etapas oscuras de la historia de nuestro planeta estaba profundamente equivocado. Y que, como mínimo, las fechas y el ritmo de recuperación de muchas de las especies que sufrieron la extinción del Pérmico no eran, ni mucho menos, exactas.
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