Button, el más loco en Australia
La locura volvió a reinar en Melbourne. Una accidentada puesta en escena, como viene siendo habitual, que coronó a los últimos en llegar. Jenson Button y Rubens Barrichello, ilustres volantes de Brawn GP, firmaron el doblete de una escudería a la que la crisis económica estuvo a punto de derrumbar. Una razón más para poner en entredicho los encantos de su difusor. Un estreno casi absurdo del que Fernando Alonso, quinto, sacó tajada más por los problemas de sus rivales que por las virtudes de su R29. Lewis Hamilton, tras una maniobra ilegal de Trulli, alcanzó el podio en los despachos.
Un año después, el caos volvió a desatarse en Australia. Desde el primer instante, el asfalto de Albert Park entregó el protagonismo al 'safety car' y a Jenson Button. El británico despegaba con su cohete desde la primera curva y no frenaba hasta que la bandera a cuadros confirmaba el segundo triunfo de su carrera en la Fórmula 1, tras su primera victoria, ya lejana, en el GP Hungría 2006. Sin embargo, pese a su contundencia, los argumentos exhibidos por Brawn GP no alcanzaron el nivel mostrado durante todo el fin de semana, ya que el doblete se fraguó casi milagrosamente en el último suspiro de la carrera, con el inesperado salto de Rubens Barrichello. Réditos de un polémico difusor, que seguirá viviendo episodios hasta que la FIA tome partido.
Una monótona exhibición de Button, sólo amenazada en la distancia por la pegada del alemán Sebastian Vettel (Red Bull), con Barrichello, recordando viejos tiempos, como lugarteniente. Dos piezas de un podio del que tuvo que bajarse Jarno Trulli, coronado en la ceremonia, pero desposeído en los despachos, tras superar a Lewis Hamilton con el coche de seguridad en pista. La reclamación de McLaren entrega al actual campeón seis puntos de oro y un podio casi impensable para la gran mayoría. El último giro para un botín, que no se repartió hasta el final.
Y es más que una carrera, fue un ejercicio de supervivencia en el que Fernando Alonso, con un R29 en pleno proceso de evolución, tuvo que apretar los dientes para alcanzar una nota más que aceptable. El piloto español logró salvar en la gravilla de Albert Park un frenético cara a cara de salida con Glock y Heidfeld. Un toque de atención que mantuvo al español en un segundo plano durante gran parte de la prueba... seguir leyendo
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