Fuente: tuexperto.com
Organismos de todo tipo, como la SGAE y otras gestoras de derechos de autor e incluso gobiernos como el de Francia, llevan años en su cruzada particular contra el libre intercambio de archivos en Internet, a través de los llamados programas P2P. Pero una vez más, la tecnología encuentra una forma de evitar a los que piensan que la solución a la crisis del cine y las discográficas pasa por perseguir a los usuarios de a pie. El ejemplo lo tenemos en GigaTribe, una plataforma para compartir ficheros sólo entre pequeños grupos de usuarios y que ahora llega a Estados Unidos.
Algunos usuarios españoles ya la conocen desde hace tiempo, tanto con su nombre actual como con el anterior (TribalWeb). Se trata de una plataforma F2F (Friend to Friend, o Amigo a Amigo). No es un perfeccionamiento del P2P a secas, como el P4P del que os hablamos hace unos meses, sino una variante que permite al usuario reducir el número de personas con las que comparte sus archivos. En otras palabras, es un programa de intercambio privado, en el que los archivos sólo se comparten entre los miembros de una misma red (ya lo formen dos, tres, cuatro o unas cuantas decenas de usuarios). Vamos, como las pandas de amigos de toda la vida.
Esta privacidad no se da sólo a la hora de elegir las fuentes desde las que descargar un archivo determinado, sino también a la hora de buscarlas. Es decir, sólo los miembros de tu red pueden saber qué archivos compartes. Y además, todas las transferencias de datos están encriptadas, para evitar que nadie indague en los archivos que has estado enviando o recibiendo en tu red privada. No es el único programa que hace esto. Y, como comentábamos, ya lleva un tiempo disponible en España. ¿Dónde está la novedad?
Pues en que GIgaTribe acaba de aterrizar en Estados Unidos, uno de los países más conservadores en lo que al P2P se refiere. Y podría hacerse más conservador todavía con Barack Obama en el gobierno, debido a la influencia de su vicepresidente Joe Biden. Un personaje que ha defendido a ultranza los intereses de la RIAA, el equivalente estadounidense a la SGAE.Eso sí, GigaTribe no es un programa perfecto, al menos en la perfección que desea todo usuario. De forma gratuita, podemos descargar una versión del programa que permite hacer todo lo descrito anteriormente. E incluso chatear con miembros de nuestra red mientras estamos decargando archivos. Eso sí, bajo esta opción sólo podemos descargar los archivos de uno en uno. Luego hay una versión de pago (25 euros al año), que no pone límite al número de transferencias simultáneas.
Esta versión, denominada GigaTribe Ultimate, incluye otras opciones interesantes, como unirse a varios grupos o redes y poder compartir con cada una de ellas los archivos que queramos (a este grupo le dejo acceder a mis vídeos, a éste sólo a mis fotos, a este de aquí a algunas carpetas de música y películas, etc). O proteger algunas carpetas con contraseña para que nadie pueda modificarlas.Al contrario que muchos programas P2P, para aprovechar todas sus posibilidades hay que pagar. Ahora bien, serían poco más de dos euros al mes, para usar opciones poco habituales en otros programas tan extendidos como eMule. Y por otra parte, de algún lado tendrán que sacar los impulsores de GigaTribe el beneficio, ¿no? Al menos, hasta que la RIAA reaccione ante la llegada de este nuevo programa a Estados Unidos.
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