¿Estamos seguros de que queremos que vuelva el chándal?
Cuando en febrero leímos que parecía que la vuelta del chándal era una realidad, casi todos decidimos tomárnoslo como una broma (de mal gusto). El chandaleo no sólo se ha atrevido a colarse en las pasarelas (mejor dicho, los diseñadores se han acercado a él indecorosamente), sino que ya no le duele a nadie si alguien se presenta con un pantalón o chaqueta de chándal combinado con accesorios de semilujo en un evento. Parece que el sueño de los domingueros del mundo se puede hacer realidad: llega el imperio del chándal.
Es innegable lo cómodo que es y lo fácil de poner y quitar que resulta, incluso aunque seas tonto del culo. Para hacer deporte, dormir, estar en casa o realizar un viaje muy largo, el chándal es lo más práctico que te puedes poner. Esto ha llevado a que se haya creado el falso rumor de que "el chándal está súper in porque lo llevan las famosas". ¡Mal! Si nos fijamos en celebridades luciendo esta prenda no están precisamente yendo a una fiesta, sino camino del gimnasio o comprando el pan. Si hemos visto a Marc Ronson ataviado con uno, era por exigencias del guión, él siempre lleva traje. Por lo tanto, tiene el mismo sentido reivindicar el uso del chándal para la vida normal como hacerlo con pijama: ninguno... leer artículo completo
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