Las vacas de todo el mundo se orientan habitualmente para comer y dormir en dirección norte-sur. El comportamiento revela un hasta ahora desconocido "sentido magnético" en el ganado, aseguran investigadores de la universidad de Duisburgo-Essen (Alemania). La investigadora Sabine Begall y su equipo descubrieron el fenómeno a partir de fotos de satélite extraídas de Google Earth. Los científicos estudiaron la conducta de 8.510 bovinos en 308 campos de pastoreo en todo el mundo (América Latina, Norteamérica, Rusia, Asia y África), incluyendo a las “vacas sagradas” de la India. Los resultados de la investigación aparecen publicados hoy en la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
De momento, las causas de este comportamiento resultan completamente desconocidas. Una posibilidad es que el campo magnético terrestre influya en los procesos fisiológicos de los animales, como la producción de leche. También se baraja la opción de que el “magnetismo vacuno” sea una herencia primitiva de orientación necesaria cuando estos animales se organizaban en grandes manadas y tenían que recorrer largos trayectos para sobrevivir.
El sentido magnético había sido previamente identificado en aves, tortugas, diversos roedores y murciélagos. En sus próximos trabajos Begall y su equipo se centrarán en el estudio de ovejas, caballos y jabalíes. Además, se han propuesto investigar la conducta colectiva de las personas que asisten a multitudinarios conciertos de música y acampan al aire libre.
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