Después de haber visitado y visto lo que hay dentro del palacio de Versalles, estoy segurísimo que si en la época del rey Luis XIV hubiese existido el Porsche 911 Turbo el suyo sería igualito a este.
Porque esto es lo más excesivo que he visto en bastante tiempo, justamente igual que lo que ví allí dentro. Tanto en el exterior, con ese alerón decorado con elegantes adornos o todo el aplacado de la carrocería, como en el interior, con esas alfombrillas que perfectamente podrían pasar por la chaquetilla de un torero.
Según pone en English Russia, se han utilizado 18,15 kg de oro puro para chapar toda su carrocería. Y yo añado, se han añadido toneladas de mal gusto para llevarlo a cabo. Recordad chicos, no hagáis esto en casa, él nunca lo haría.
No es el único coche chapado en oro, aquí tienes también un Escarabajo al que le han hecho la misma horterada.
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