Fuente: elpais.com
Tavullia, un pequeño pueblo cercano a la costa que baña el mar Adriático, fue testigo de las primeras cabriolas de un joven de pelo alborotado, rostro de pillo y comportamiento desgarbado que años después se convertiría en un tótem de la historia del motociclismo. Hoy, a 175 kilómetros de esa modesta localidad italiana, el chico conserva la misma apariencia infantil y la misma sonrisa de pícaro, pero ha dejado a un lado sus diabluras para ejercer un avasallador dominio sobre el asfalto. Valentino Rossi venció por séptima vez consecutiva en Mugello, su circuito talismán, ante los bramidos de la estruendosa afición italiana, que también festejó los triunfos de Corsi y Simoncelli en las otras cilindradas.
Rossi, que aterrizaba en Italia tras ganar las dos pruebas anteriores en China y Francia, impuso su sello personal, que combina efectividad y espectáculo. Il Dottore dominó la sesiones del viernes, logró su 50ª 'pole' el sábado y pulverizó los registros del trazado de Mugello en carrera. Ni tan siquiera Dani Pedrosa, que completó una magnífica prueba con una salida prodigiosa, ni Jorge Lorenzo, que besó el asfalto, consiguieron alterar el guión de la fiesta de Valentino. Lo dejó muy claro desde el principio: en territorio italiano manda él por una "cuestión de honor".
Pese a que Pedrosa y Stoner tomaron las riendas tras el pistoletazo de salida, Rossi emprendió su selección natural a partir de la tercera vuelta. Con la Yamaha a punto, el piloto transalpino superó primero a Dani, e instantes después se deshizo de la estela del australiano con una gran pasada en el interior de una curva. Desde ese instante, Valentino controló la carrera a su antojo e impuso un fortísimo ritmo. Ligeramente descolgado, Lorenzo trató de remontar puestos, y después de algunas maniobras muy arriesgadas terminó por los suelos.
Resignados, Casey Stoner y Dani Pedrosa optaron por contemporizar para hacerse con el suculento botín del podio. Rossi, portentoso en el pilotaje y dictatorial en su forma de dominar la carrera, puso más tierra de por medio mientras era jaleado por los tiffosi que teñían de banderas italianas las gradas de Mugello. Tras media hora de exhibición sobre un trazado muy técnico, Il Dottore cruzaba la meta en solitario, puño al viento, para refrendar su regreso a lo más alto.
250cc. Simoncelli gana después de jugar sucio y tirar a Barberá
Fuente: moto22
La carrera de 250 del Gran Premio de Italia será recordada para siempre por la fea imagen de Marco Simoncelli derribando a Héctor Barberá para evitar ser superado por el español en la última vuelta. No es la primera vez que Simoncelli compensa la falta de potencia de su motor con un pilotaje demasiado extremo, pero en este caso, la acción se podría haber saldado con graves daños físicos para Barberá, ya que la caída se produjo en plena recta de meta a más de 200 kilómetros por hora. Alguien debería darle un toque al italiano.
Supongo que Simoncelli intentará defenderse diciendo que no quería tirar a Barberá, pero la intención de su acción es bloquear al español y a esas velocidades las consecuencias pueden ser graves. Por suerte, Héctor se levantó del suelo por su propio pie y sólo tiene heridas en su orgullo, ya que vio cómo se le escapaba una victoria que prácticamente tenía en el bote. Al final, Simoncelli subió a lo más alto del podio, pero dudo de que tenga la conciencia tranquila.
Polémicas al margen, la carrera comenzó con un Álvaro Bautista muy enchufado que en la primera curva ya logró situarse en la primera plaza y antes de completar el primer giro sacaba más de medio segundo a sus perseguidores. Sólo Simoncelli fue capaz de seguir el ritmo infernal impuesto por el español. Sin embargo, Bautista no fue capaz de dosificarse y, cuando dominaba la prueba con total comodidad, cometió un error que lo llevó al suelo.
Parece que esta temporada no es la de Álvaro. Sin duda es uno de los mejores pilotos de la parrilla, sino el mejor, pero la mala suerte, los fallos técnicos y errores como el de hoy hacen que después de seis carreras, esté situado a 65 puntos del líder del Mundial, Mika Kallio. Está claro que no se va a dar por vencido, pero sus opciones de hacerse con el campeonato se diluyen a pasos de gigante.
Si la cruz fue Álvaro Bautista, la cara fue para Álex Debón, que en Mugello ha logrado subir al podio por segunda vez consecutiva, tras su victoria en Francia. Debón se vio beneficiado por la caída de Barberá y finalmente terminó en segunda posición, por delante de Thomas Luthi.
Por su parte, Aleix Espargaró fue noveno, mientras que Julito Simón fue. Fuera de los puntos acabó Russell Gómez, mientras que Héctor Faubel no pudo terminar por una caída.
125cc. El italiano Simoni Corsi se impone por delante de Talmacsi y Espargaró
Fuente: europapress
El piloto italiano Simoni Corsi (Aprilia) dio la primera alegría del día a los 'tiffosi' al adjudicarse la victoria en el Gran Premio de Italia de 125cc, celebrado hoy en el circuito de Mugello y correspondiente a la sexta carrera del Mundial, tras superar en un apretado final al húngaro Talmacsi (Aprilia), segundo, y al español Pol Espargaró (Derbi), tercero.
Corsi que, con esta victoria suma su cuarto triunfo en un Gran Premio, se coloca líder del Mundial de 125cc -empatado a puntos con el galo Di Meglio-, tras obtener un trabajado triunfo en el circuito de la Toscana.
Corsi, que marcó un tiempo de 39 minutos, 59 segundos y 20 centésimas, aventajó a Talmacsi en tan sólo 19 milésimas y a Espargaró en 36, que realizó una gran carrera que le sirvió para ser tercero en Mugello y sumar el segundo podio de su carrera.
Del resto de españoles, Sergio Gadea (Aprilia) fue sexto y Nicolás Terol (Aprilia) fue séptimo, en una carrera en la que ambos rodaron con el numeroso grupo de cabeza desde el principio, algo más retrasado finalizó Joan Olivé, noveno, todos ellos dentro de los puntos.
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