La Fiscalía de Madrid se retractó hoy de la petición de pena de 39 años de prisión que solicitaba para el pedófilo, Álvaro Iglesias Gómez, alias 'Nanysex' por las vejaciones a las que sometió a cinco bebés, aumentando a 175 años de cárcel su petición de condena por 23 delitos de abusos sexuales, de ellos trece con acceso carnal y diez sin penetración, así como cinco por difusión de pornografía infantil, con la circunstancia agravante de abuso de confianza. Por su parte, la defensa de Álvaro Iglesias pide que se le interne 19 años y medio en un centro psiquiátrico aplicándole un atenuante por trastorno mental.
En la exposición de su informe, la fiscal explicó su rotundo cambio de postura, alegando que cada abuso sexual puede ser contemplado de manera individual debido a que se llevaron a cabo en "un momento diferente". En un principio, reclamó que se le acusara de cinco delitos de abusos sexuales continuados, al estimar que estos actos habían sido prolongados en el tiempo. En cuanto a la responsabilidad civil, la representante del Ministerio Fiscal reclamó que indemnice con 440.000 euros a sus víctimas.
En cambio, mantuvo la calificación de los hechos como abusos y no como agresiones sexuales, al apreciar que 'Nanysex' y sus acólitos no utilizaron la violencia ni la intimidación para doblegar a sus víctimas, requisitos legales que establece el Código penal para que se produzca una agresión sexual. En este sentido, y por el contrario, las acusaciones particulares y populares que representan Manuel Maza y Jesús Garzón, en nombre de la Fundación Sandra Palo, elevaron sus penas a Álvaro Iglesias, al calificar cinco de los abusos como agresiones sexuales, de modo que la condena del pederasta aumenta de 51 a 162 años y medio.
Al respecto, en un receso, Garzón explicó a los medios, que este cambio de visión, el pasar de abusos a agresiones, al especificar los delitos de 'Nanysex', se debe a la edad de las víctimas y al "uso de la fuerza" de la que se valió el acusado para agarrar a los niños.
Por su parte, la defensa del pedófilo reclamó 19 años y medio de pena para su cliente, solicitando una atenuante de trastorno mental, colaboración con la Justicia y arrepentimiento por "proceder a disminuir los efectos del daño ocasionado por las víctimas". El letrado Carlos Orbañanos, que le representa, solicitó también que se le sustituya la pena privativa de libertad en un centro penitenciario por el internamiento durante el tiempo de la condena para el tratamiento en un centro psiquiátrico.
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