El mundo de los navegadores web está dominado por Internet Explorer y, en menor medida, Mozilla Firefox. Dos rivales que durante los últimos meses han lanzado sus últimas versiones en fase de pruebas (Internet Explorer 8 y Firefox 3). Y no iba a ser menos el tercer navegador en discordia que, aunque su presencia es casi anecdótica, ha sido el primero en incorporar funciones tan familiares hoy en día como las pestañas o el bloqueo de pop-ups (esos anuncios saltarines tan incómodos). Estamos hablando de Opera y su versión 9.5, que puede descargarse desde ayer en su versión final y en español.
Esta actualización cuenta con algunos de los puntos fuertes de versiones anteriores, como la posibilidad de hacer zoom en las páginas o ejecutar algunas funciones con varios movimientos determinados del ratón. Pero también se han mejorado algunos aspectos, empezando por el potencial gráfico. Como suele ser habitual con cada actualización de un navegador, aumenta la velocidad a la que se cargan las páginas. En este caso, incluso existe una función que adapta automáticamente aquellas webs que tengan algún fallo de diseño.
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