Las últimas videocámaras domésticas de alta definición (véase el modelo de Samsung) están pensadas para grabar escenas de cumpleaños o viajes. Este modelo del catálogo de Maplin es otra historia. La calidad de imagen no es tan buena. A cambio, permite conseguir imágenes en circunstancias arriesgadas que de otro modo sería imposible captar. Todo, gracias a su diminuto tamaño que permite llevarlo ajustado en la oreja.
Las autoridades del Reino Unido los emplean en tareas de vigilancia, pero el uso policial es sólo una de sus múltiples aplicaciones. Imagina lo difícil que sería grabar, por ejemplo, un descenso en esquí o la escalada de una montaña desde tu propio punto de vista, si una de las manos tiene que sostener constantemente la cámara.
En cambio, estos dispositivos se llevan cómodamente en la oreja como si fuesen un pinganillo, proporcionando total libertad a tus manos. Tampoco tenemos que preocuparnos por el encuadre, porque básicamente se graba lo que se ve, eliminando las molestas vibraciones de la “cámara en mano”.
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