Gracias al Wi-Fi podemos crear una red de Internet en casa, distribuyendo la conexión a través de ondas de radio. ¿Pero qué sucede en aquellos hogares dónde la cobertura no llega a todas las habitaciones por culpa de escaleras o muros demasiado gruesos? En ese caso, podemos aprovechar los enchufes de la red eléctrica para distribuir la señal con estos distribuidores 0250 de la firma española SPC Internet. Sin interferencias ni radiaciones y con más alcance y mayor velocidad que el Wi-Fi convencional.
Enchufar y listo
Cada uno de estos distribuidores de SPC Internet lleva un puerto Ethernet en su parte inferior y un enchufe convencional en la trasera. Tras enchufar uno en la pared, luego hay que conectarlo al router por cable de red para que se encargue de repartir la conexión a Internet por toda la instalación eléctrica doméstica. De esta forma, cada enchufe de la casa se convierte en un posible punto de acceso a Internet, en el que sólo habría que enchufar otro distribuidor y conectarlo por cable al puerto Ethernet del ordenador. Tras esto, funciona automáticamente, sin la necesidad de instalar ningún software.
En la caja del producto viene un CD para usar un programa opcional que nos permitirá crear claves de acceso a la Red, para evitar que alguien se aproveche de nuestra conexión. El equipo está preparado ya de por sí para no sobrepasar el circuito cerrado de la casa, pero este programa puede resultar útil en oficinas que compartan la red eléctrica de un mismo edificio, por ejemplo. También, claro está, para los habituales privilegios y restricciones que suelen montarse en cada de red de ordenadores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario